Saga Forks I
❝ En Forks todo parece normal.
Escogí este lugar porque podía brindarnos la tranquilidad
que necesitábamos.
Pero lo que entre los verdes bosques se esconde
escapa a cualquier raciocinio humano.
¿Y qué puede hacer una chica como yo
frent...
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Camino por el bosque lo que parecen horas. Me duele la pierna y la herida está sucia; el pantalón se ha pegado con la sangre. Todavía no ha oscurecido, aunque el sol ha bajado bastante. Me abrocho la sudadera debido al frío. Lo he comprobado cien veces pero no hay cobertura. Estoy segura de que mi madre está como loca preguntándose dónde estoy.
Como si el bosque se diese cuenta de que estoy exhausta se abre para mí hacia el jardín del instituto. Suspiro con alivio, y reparo en mi madre corriendo hacia mí. Más allá de ella puedo ver un par coches de policía y algunos agentes, entre ellos el padre de Isabella Swan. Es un hombre de cabello oscuro y un mostacho adorna su labio superior. Intento buscar parecido entre ambos, aunque lo único que encuentro es esa expresión insulsa en el rostro. Mi madre me abraza, casi tirándome al suelo, y coge mi rostro entre sus manos. Mira mi pierna, alarmada.
- No es nada, mamá, es solo un rasguño escandaloso.
- ¿Qué demonios habías en el bosque? -pregunta atropelladamente. Comenzamos a caminar hacia el aparcamiento-. Al ver que tardabas tanto vine a buscarte y vi tu bicicleta. Me preocupé y avisé a Charlie Swan, nuestro vecino más cercano, que es jefe de policía. Después de lo que le ocurrió hoy a su hija pensé que podría haberte pasado algo. -Me abraza de nuevo, más fuerte de lo que mis cansados músculos debido a la tensión y la caminata pueden soportar.
- Me alegro de que estés bien, Malory -dice el padre de Isabella-. Avisaré a mi hija de que has aparecido. Cuando se enteró se preocupó mucho; compartes clases con ella por lo que tengo entendido. -Asiento con la cabeza, todavía entre los brazos de mi madre-. ¿Qué hacías en el bosque?
- Entré porque quería dar un paseo y despejarme -musito. No sé muy bien por qué, pero encubro que Jasper me ha dejado tirada en medio de los árboles. No creo que fuese a hacerle gracia-. Me desorienté y me caí. No había cobertura así que no pude avisarte, mamá. Lo siento mucho. El caso es que llevo toda la tarde dando vueltas hasta que encontré la salida.
- Me alegro tanto de que estés bien -añade mi madre al final de mi explicación. Me siento horrible por haberle hecho pasar por un mal trago como este tras lo que ocurrió con papá.