- Capítulo 10

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Victoria ha regresado

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Victoria ha regresado. No sabemos dónde está, los lobos llevan días dándole caza. Brent ayuda a los Quileute en su cometida, pero siempre acaba escapando. Debemos mantener a salvo a Bella más que nunca. Jasper no ha querido informar a Edward todavía, cree que la nómada dará un paso en falso en cualquier momento y entonces la atraparemos.

Mi madre está feliz de que esté en casa, nunca la he visto tan contenta por mi presencia. A pesar de que no duermo allí, ni como con ella por razones obvias, paso muchas tardes en su compañía. También estudio un poco cada día, ya que pronto llegarán los exámenes. Jasper ha sugerido varias veces que podría conseguir el título con ayuda de un aporte monetario a la organización encargada de ello, pero yo me he negado en todas las ocasiones. Si hay algo que me ayuda a sentirme todavía humana en parte es el conseguir las cosas por mi propia mano y esfuerzo.

Un susurro en el exterior de la casa me hace levantar la mirada de los libros, alerta. Esa voz pronuncia mi nombre, y podría reconocerla en cualquier lugar. De repente me encuentro fuera, el viento azotándome con fuerza, y ese aroma a tierra y a sangre que tanto la caracteriza.

- Primero James... -comienza con voz cantarina-. Luego Laurent. Y ahora venís a por mí. ¿No os cansais de darnos caza a los de vuestra misma clase? -Tuerce la cabeza de forma juguetona, con una sonrisa felina adornando sus labios.

- Vosotros no sois de nuestra clase -respondo, aguantando a duras penas la ira ardiente que me envuelve el cuerpo y me hace temblar de furia-. Y si os mantuvieseis alejados de nuestro territorio nada de esto ocurriría.

- Oh, querida, echaría a perder toda la gracia del asunto. -En un instante está junto a mí, aspirando mi aroma con calma, y yo me clavo en el sitio con el fin de no echarlo todo a perder por un impulso inútil. Debo pensar con la mente fría-. Hueles distinto a cualquier vampiro, cariño. Parece que he creado algo curioso después de todo.

- Me mataste -digo con la mandíbula tensa mientras ella gira a mi alrededor observándome-. Me arrebataste todo lo que quería en la vida.

- Eres una hipócrita. -Se detiene, mirando profundamente en mis ojos-. Te he hecho el mayor regalo que podría haberte hecho nunca. Te dije que mientras fueses humana ese vampiro te desecharía como si fueses basura en cualquier momento. -Trago saliva y ella toma mi mentón con fuerza, recordándome terriblemente al día del embarcadero-. En un acto de compasión impropia de mí te he regalado una eternidad junto al hombre que amas. ¿Acaso no te sientes afortunada por ello?

I Equinoccio · 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora