- Capítulo 4

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El frío gélido de mi propio cuerpo me golpea al separarse nuestras pieles, dejando que me abandone la inmensa calidez que posee el lobo

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El frío gélido de mi propio cuerpo me golpea al separarse nuestras pieles, dejando que me abandone la inmensa calidez que posee el lobo. Veo cómo su labio tiembla un milisegundo, lo suficiente como para sembrar la duda en mi interior. ¿Qué acaba de ocurrir? Lo sé perfectamente, pero una parte de mí se niega a asimilarlo.

- No te uso -musito con dificultad.

- ¿Entonces por qué? ¿Por qué no has seguido el beso? ¿O por qué demonios he estado viviendo contigo durante dos meses con la agonía de no poder tocarte como lo hacía él?

Trago saliva y respiro hondo con la intención de calmarme, ya que sus palabras despiertan ira en lo más profundo de mi estómago. Me pongo en pie, dando por zanjada nuestra conversación a pesar de que no sé lo lejos que está de finalizar.

- El por qué has estado conmigo este tiempo sólo lo sabes tú, Brent. Nadie te obligó a hacerlo, si hubieses querido podrías haberte marchado -comento sin emoción en la voz, tratando de controlar los impulsos de rabia que me agitan los dedos-. Y si no he seguido el beso... -titubeo, insegura acerca de qué decir.

- No eres capaz de decir que no sientes nada por mí porque sería mentir, y no puedes mentirme a la cara, ¿me equivoco? -pregunta con una sonrisa triste. Maldigo para mis adentros, sabiendo que no tengo respuesta con la que salir airosa de la situación.

- Somos amigos, Brent, y no quiero estropear eso por nada. Tienes razón. -Alzo los brazos en una queja silenciosa-. Siento algo por ti, pero no tengo ni idea de qué es. Y no puedo... No puedo ponerme a pensar en ello ahora porque todavía no sé que demonios pasa con Jasper. Espero que entiendas que si me casé con él fue por algo, aunque ahora todo se haya vuelto caótico y sin sentido. Lo amo. -La última frase sale de mis labios en un susurro estrangulado, ya que me cuesta hablar de ello todavía. Y es todo tan intenso que no sé cómo manejarlo-. Me conoces lo suficiente como para saber que no quiero hacer lo mismo que Bella. No quiero darte esperanzas de algo que no será, ya sea porque verdaderamente no sienta lo mismo o porque estoy tan destrozada que no sé cuándo mi pecho dejará de arder con la angustia de que el hombre al que amo todavía no está preparado para olvidar a su ex. Porque él sí me dio esperanzas, y ya has visto cómo ha acabado, así que creo que es lógico que no quiera hacerte lo mismo a ti. No puedo si no estoy segura.

I Equinoccio · 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora