Saga Forks I
❝ En Forks todo parece normal.
Escogí este lugar porque podía brindarnos la tranquilidad
que necesitábamos.
Pero lo que entre los verdes bosques se esconde
escapa a cualquier raciocinio humano.
¿Y qué puede hacer una chica como yo
frent...
Antes de que lo leáis quiero avisar de que este es el penúltimo capítulo (sin contar el epílogo) del primer book. Advierto que el contenido es intenso y no me hago cargo de llantos, gritos de frustración y otras reacciones. Dicho esto, disfrutad del capítulo. Besitos de vampiro.
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Doy vueltas a la comida del plato. No tengo apetito, pero me fuerzo a comer para que mi madre no se preocupe en exceso. Ya es suficiente con ver mis ojos hinchados por haber llorado toda la noche, y agradezco que tenga el detalle de darme mi espacio y no preguntar por ello. Probablemente piense que he tenido pesadillas acerca de la muerte de papá, aunque haga mucho tiempo desde la última.
- ¿No verás a Jasper hoy? -pregunta, consciente de que no pasamos un solo día sin vernos. Algo se encoje dentro de mí, pero me alivia el haber hablado con él hace tan solo unos minutos y saber que de momento todo va bien.
- No, han ido a una excursión familiar -excuso.
- Y... ¿Sabes algo de Bella? -dice. La miro con curiosidad, preguntándome qué sabe exactamente mi madre.
- ¿De Bella? -trato de sonar confusa y convincente.
- Charlie me llamó anoche, poco antes de que llegases. Parece ser que ella y Edward discutieron y Bella ha regresado a Phoenix. -Trago un trozo de carne, analizando lo poco de lo que me enteré ayer. Sé que fingió gritarse con Edward, y que le dijo cosas verdaderamente feas a su padre para que la dejase ir. Me encojo de hombros, fingiendo no tener demasiado interés.
- No tengo ni idea. Bella y yo no nos llevamos muy bien, y con Edward tampoco es que sea un camino de rosas -explico-. Digamos que tenemos formas muy distintas de ver las cosas.
Mi madre asiente y no pregunta nada más. Alzo una ceja, mi mente atando cabos de repente.
- ¿Se puede saber qué os traéis el jefe Swan y tú? -pregunto, divertida. Ella me lanza un palito de pan, riendo.
- Nada, señorita. No nos traemos nada -se limita a responder.
- Venga, ¿y te llama a altas horas de la noche para contarte que ha discutido con su hija adolescente? -inquiero.
