- Capítulo 1

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La ciudad de Forks, a pesar de su pequeño tamaño, se extiende imponente ante mis ojos

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La ciudad de Forks, a pesar de su pequeño tamaño, se extiende imponente ante mis ojos. Por extraño que pueda parecer he decidido cambiar el sol y la calidez de San Diego por este tiempo tormentoso y gris. Después de que mi padre muriese hace dos meses y nos dejase su pequeña fortuna mi madre y yo hemos decidido cambiar de aires.

Abro la ventanilla del coche y asomo la cabeza, permitiendo que mi cabello con olor afrutado se meza con el viento. Adoro respirar el aire fresco propio de los bosques verdes y húmedos. No se me ocurre mejor lugar para comenzar una nueva vida. Esta mañana mi madre me lleva al instituto. De hoy en adelante iré en bicicleta, ya que ella tiene que trabajar, pero por ser el primer día ha querido acompañarme. Siempre tan preocupada. Mi padre, en cambio, era distinto. Él no se preocupaba por protegerme; se había encargado de que aprendiese a hacerlo sola.

El camaro de mi madre entra en el aparcamiento del instituto dando un importante bandazo al encajar un bache. La carretera está mojada, puedo oler el asfalto húmedo recorrerme como una cálida bienvenida. Este será mi nuevo hogar. Mi madre siempre ha dicho que soy una chica rara. Que me gustan cosas poco comunes, los lugares mediocres y para nada lujosos. Supongo que por eso escogí Forks.

Observo en silencio los coches que están aparcados. Un volvo plateado llama mi atención, a su lado un impresionante deportivo rojo y un jeep blanco. Todos ellos sin duda se salen del canon de vehículos propios de adolescentes de instituto, que a menudo debemos vender un riñón metafóricamente hablando para poder costearnos un coche de gama media. Estoy segura de que pertenecerán a la típica familia adinerada de niñatos repipis y egocéntricos que se creen el centro del universo; es decir, de la escuela.

- Vaya, menudos coches -dice mi madre, extrayendo el tema que abarca mis pensamientos.

- Sí. No me gustaría conocer a sus propietarios -resoplo yo. Alcanzo la mochila del asiento de atrás, dispuesta a salir.

- Lory... -me reprime mi madre, tocando mi brazo. Pongo los ojos en blanco-. Intenta llevarte bien con tus compañeros, ¿de acuerdo? Sé que puede ser un poco difícil integrarse cuando ya va la mitad del semestre, todos se conocen y tú eres la chica nueva. Pero intenta ser amigable.

I Equinoccio · 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora