- Capítulo 7

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Envuelvo a mi madre con una fuerza comedida entre mis brazos

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Envuelvo a mi madre con una fuerza comedida entre mis brazos. Necesito despedirme por si algo saliese mal, ya que soy consciente de que la batalla será peligrosa. El hecho de que tenga más fuerza que otros vampiros no implica que un neófito no pueda conmigo, y nunca me he enfrentado a uno; pero por lo que pude comprobar cuando yo lo era, será algo peliagudo.

- Es genial que pases tiempo con las chicas. Ya sabes, tenía miedo de que con todo esto de Jasper y su primo estuvieses demasiado encerrada en tu mundo y me preocupa tu salud. -Acaricia mi frente, retirando la mano casi al instante debido a mi temperatura-. Estás helada, ¿te encuentras bien?

- Sí, mamá, estoy perfectamente. Y por supuesto, me hará bien ir a esa fiesta de pijamas. -Esa es la excusa que ha puesto Alice al padre de Bella, lo cual me ha parecido perfecto para convencer a mi madre también.

- Me alegra que te lleves mejor con Bella. Después de todo... -comienza a decir.

- No quiero oír nada mamá, hasta que no haya nada claro no quiero saber nada -canturreo divertida, consciente de que va a decir que Bella y yo podríamos ser hermanas pronto, en caso de que Charlie y ella afianzasen su relación. Sólo espero que sí, el señor Swan es un buen hombre y mi madre necesita encontrar el amor de nuevo.

- Vale, vale. -Alza las manos en su defensa.

El timbre suena, interrumpiéndonos. Observo el exterior; ya está anocheciendo, así que sé perfectamente de quién se trata. Es hora de la caza, debemos coger fuerzas para la lucha. Mi madre se levanta para abrir la puerta.

- Buenas tardes, señora Fox. -Tras escuchar la voz de Jasper siento cómo el corazón de mi madre se salta un latido. En un instante estoy junto a la puerta.

- Pensé que vendría Rosalie -musito desconcertada.

- Ella no ha podido venir y me ha pedido que te recoja antes de irnos -dice él, justificando el hecho de que aún no estén en el viaje que supuestamente van a realizar el resto de los Cullen.

-De acuerdo. Ahora vengo -digo, subiendo las escaleras para meter una muda de ropa en la mochila. Cuando regreso abajo puedo sentir la tensión en el ambiente debido a la mirada asesina que le está dedicando mi madre al vampiro-. Listo, vamos -me apresuro a decir.

I Equinoccio · 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora