Saga Forks I
❝ En Forks todo parece normal.
Escogí este lugar porque podía brindarnos la tranquilidad
que necesitábamos.
Pero lo que entre los verdes bosques se esconde
escapa a cualquier raciocinio humano.
¿Y qué puede hacer una chica como yo
frent...
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2 meses después, Port Ángeles
Cierro la puerta y me saco las gafas de sol, dejándolas en el mueble de la entrada. Ha sido una sugerencia de Brent, por si algún día no logro esconder mis ojos de los humanos cuando mi don se active; así puedo disimularlo todo lo posible cuando él no está conmigo. Huelo un aroma conocido que me hace reafirmarme en mi postura. Por suerte ya me he alimentado esta noche. Empleo mi velocidad sobrenatural para ponerme las lentes de contacto azules y estar de regreso en la entrada en pocos segundos. Pongo mi mejor sonrisa y entro al salón, donde mi madre está tomando un té mientras ríe con Brent. Al verme sonríe ampliamente y se levanta a darme un abrazo. Brent me saluda con un movimiento de cabeza.
- Hola, cariño. -Me siento junto a ella-. ¿Cómo estás? -Sonrío débilmente.
- Bien, mamá -respondo-. ¿Cómo va todo por casa?
- Todo va bien. Charlie le ha levantado el castigo a Bella y él y yo...
- ¿Estáis saliendo? -pregunto con una sonrisa traviesa. Brent se ríe levemente, así que supongo que ya han hablado algo acerca del tema.
- Puede ser que algo así... -Sonríe mi madre tímidamente-. Pero aún no es nada oficial. No quiere decírselo a Bella todavía.
- Soy una tumba -digo sellando imaginariamente mis labios.
- He venido a hacer unas compras y pasaba por aquí con la esperanza de hablar sobre algo. -Tenso los hombros y asiento con la cabeza, aguardando sus palabras-. He hablado con el director del instituto, y ya que has aprobado todos tus exámenes con buena nota y todavía sigues matriculada en Forks... Ha accedido a que celebres la graduación con el resto de tus compañeros allí.
Sonrío débilmente. Pienso en todos los que estarán allí. En Jasper, en Alice... En la insoportable Jessica Stanley, la insulsa Bella y el crispante Edward. En Mike Babeante Newton, además de Ángela y Eric. En qué ocurriría si perdiese el control frente a tantos humanos; que los Vulturi se encargarían de acabar conmigo si no lo planean ya, por supuesto. Pero también pienso en mi madre, esa mujer que tanto me ama y que no quiere volver a ver una celebración desastrosa en mi vida. Suspiro hondo, acompañado de unos cuantos pestañeos un tanto artificiales. Debo dejar que mi madre disfrute de mi parte más humana antes de que todo ello termine por desvanecerse entre mis dedos. Por último miro a Brent que, con su típica sonrisa de medio lado a la que ya me he acostumbrado, me mira dándome aliento.
