- Capítulo 11

9.1K 699 58
                                        

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las chicas me han traído a mi casa, donde las sirenas de policía anuncian la presencia del oficial Swan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las chicas me han traído a mi casa, donde las sirenas de policía anuncian la presencia del oficial Swan. Mi madre ya está fuera, hablando con él encogida sobre sí misma, y yo corro a abrazarla.

- Oh, cariño -susurra, acariciando mi pelo ansiosa-. Estoy bien, estoy bien.

Es con sus palabras cuando me doy cuenta de que estoy sollozando. Limpio las lágrimas con los dedos y la miro fijamente.

- Pensé que no volvería a verte -le digo, aunque en cierto modo es mentira. En cuanto Emmett y Jasper salieron en su rescate supe que todo acabaría bien para ella.

- Estaba hablando con tu madre acerca de lo ocurrido ahí dentro -dice Charlie, mirándome. Su bigote poblado se mueve mientras suspira y se rasca la cabeza sin comprender-. Es como si alguien hubiese llegado antes que nosotros y los hubiese matado a todos. No me explico cómo ha podido suceder...

Puedo sentir cómo su mente se dispersa, tratando de buscar un razonamiento lógico debido a que no parece haber indicios de la presencia de nadie más allí. Alguien se acerca a mí por detrás y pasa un brazo por encima de mis hombros, estrechándome contra él. A pesar de no haberle visto venir no me asusto, sino que su presencia me reconforta. Miro a Jasper, que me dedica una sonrisa complacida. Yo escondo el rostro en su pecho para dejar escapar un suspiro de alivio.

- Me alegro de que esté bien, señora Fox -dice dirigiéndose educadamente a mi madre.

- Oh, gracias. Eres Jasper, ¿cierto? -Le tiende la mano mientras me dedica una sonrisa pícara. Veo cómo Jasper la estrecha rápidamente, manteniendo el menor contacto posible-. Apenas nos presentamos la otra vez que nos vimos.

- Sí, soy Jasper Hale, señora. -Hace una pausa, y al mirarlo a los ojos soy incapaz de descifrar lo que le va a decir-. Soy el novio de su hija.

Se me corta la respiración de golpe. Miro a mi madre, que me reprocha con la mirada. En cuanto estemos solas me matará por no habérselo dicho propiamente. A decir verdad ni siquiera yo misma me había planteado usar esa palabra. Ni lo bien que quedaría pronunciada por sus labios.

I Equinoccio · 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora