Alaska, seis años después
- Vamos, no me jodas, ¿no crees que sería una pasada ser una mujer lobo?
Observo a la joven pelirroja ante mí. Desde que la conozco puedo determinar que Kaia es una de las chicas más fantasiosas que he visto nunca; al menos que recuerde, claro.
- Sería una pasada, si no fuera por todo eso de la luna llena, la sed de sangre humana y las garras mortales -respondo con una falsa mueca de terror.
- Ah, pero esos son los hombres lobo terroríficos. ¿Qué hay de los metamorfos adorables con cara de cachorrito que no hacen daño a una mosca y protegen a la humanidad? -dice Dixon dejándose caer sobre el sofá. Percibo una extraña mueca cruzar el rostro de Kaia, aunque desaparece tan rápido que me pregunto si me lo habré imaginado.
- ¿Y esos de dónde salen? -pregunto alzando una ceja divertida, incrédula.
- No sé, juraría que lo he leído por ahí.
- Yo creo que más bien lo has soñado -respondo entre risas.
Su voz nos interrumpe y lo observo fijamente con una sonrisa.
- ¿Ya le estáis metiendo vuestras frikadas en la cabeza a Malory? -pregunta.
Sus ojos azules encuentran los míos y me dedica un guiño.
- Siempre lo intentan. No se dan cuenta de lo imposible de sus cuentos. -Sonrío con suficiencia mientras los miro de reojo, a lo que ambos ponen los ojos en blanco al mismo tiempo. Todos reímos-. ¿Qué traes ahí, cariño? -pregunto observando sus manos con un cuenco grande que posteriormente coloca sobre la mesa de centro.
- Palomitas recién hechas. -Aspira el aroma lamiéndose los labios.
- Dios, gracias, me encantan -digo mientras cojo un puñado.
Brent se sienta junto a mí en el sofá y pasa el brazo por encima de mi hombro. Se inclina sobre mí para besar mi frente, y yo entrelazo mis dedos en su mano libre a la vez que le robo un beso en los labios. Él sonríe ampliamente.
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I Equinoccio · 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮
FanficSaga Forks I ❝ En Forks todo parece normal. Escogí este lugar porque podía brindarnos la tranquilidad que necesitábamos. Pero lo que entre los verdes bosques se esconde escapa a cualquier raciocinio humano. ¿Y qué puede hacer una chica como yo frent...