Capítulo 03

2.1K 218 29
                                    

Estuvieron así durante minutos que parecieron eternos, abrazados en el frío suelo. La luz de la gran luna llena que reinaba esa noche traspasaba todo el salón, creaba un ambiente ligeramente romántico pero tétrico.

Hoseok se mantuvo en su posición, limpiando sutilmente sus lágrimas para no distraer al chico nuevo.

Yoongi poco a poco recuperó su respiración, su cuerpo se sentía mucho mejor al haber desahogado lo que tenía. Pero se sentía demasiado avergonzado por haber llorado de esa manera. ¿Llorar en frente de alguien que acaba de conocer? Vale, es cierto que se sintió muy feliz pero igual daba vergüenza. ¿Qué le pasaba frente a ese chico?

Yoongi aún estaba procesando lo que acababa de ocurrir. Un chico que apenas le vio le cayó encima, descubrió su secreto y había comprendido perfectamente su pesar, como si Hoseok hubiese visto a través de él.

Que extraño. Muy extraño. Jamás en la vida le había sucedido algo así. Por un momento olvidó el hambre que tenía por ponerse a llorar, pero no tardó en regresar.

—Ah... —Hoseok seguía aferrado a su cuello. Yoongi frotó un poco la espalda del pelinegro para llamar su atención. —Y-Ya.. puedes soltarme.

Hoseok abrió los ojos, se había centrado en el olor del rubio. Olía a una fragancia frutal con un ligero toque de menta. Hoseok se separó para encontrarse con su rostro y puso las manos en sus hombros para sostenerse.

—¿Cómo te sientes? —le dijo con cariño.

—B-Bien.. —Yoongi desvió la mirada ante tal afecto. Nunca nadie le había visto así y se sentía abrumado por tantas emociones.

Sus ojos nuevamente se cruzaron, Hoseok estaba embrujado por esos ojos que estaban otra vez grises. Eran maravillosos, el pelinegro podía notar los pequeños destellos azules de sus pupilas. Juraba que podía pasarse toda la vida contemplando esos ojos.

Por otra parte, Yoongi no podía apartar la mirada de sus ojos negros profundos, era como si se viese reflejado en ellos. Sentía que podía ocultarse dentro de esos ojos y no salir nunca.

¿Qué conexión era esa? ¿Porqué se sentía tan bien mirar esos ojos negros y curiosos?

Los ojos de Yoongi se tornaron lentamente rojizos. Hoseok se enamoró de ese torbellino de colores, se enamoró de cómo cambiaban de gris a rojo. Un rojo intenso, igual que las rosas del campo, igual que el fuego, abrazador y cálido, en una noche fría.

Hoseok llevó sus dos manos a las mejillas del rubio, tocándole con suma delicadeza la parte sensible abajo de sus ojos, los tocaba con la yema de sus dedos, que por cierto no tenía ojeras. Hoseok lo detallaba y lo tocaba como si hubiera encontrado un tesoro sumamente frágil y extraño.

—Realmente... —se atrevió a decir, rompiendo el silencio. —Son hermosos... —sonrió.

Yoongi cayó en cuenta de inmediato. Tenía otra vez los ojos de un vampiro.

—Deja de decir eso —agarró las manos del contrario y las apartó en un movimiento brusco. —No lo son

—¿Porqué sigues diciendo eso? —le reprochó. —No me importa lo que hayan dicho los demás, para mi son hermosos.

—Aprecio lo que me dices, aún así no cambia el hecho de que puedo hacerte daño, niño.

—Hoseok —lo reprendió. —Llámame por mi nombre.

—¿Y porqué debería hacerlo? Apenas nos conocemos —Yoongi frunció el ceño.

—Sé tu secreto, no? —Hoseok cruzó los brazos. —Eso nos hace más que amigos —hizo un puchero al final.

Noche sangrienta【Taekook - Sope】¹ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora