Capítulo 21

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Era desesperante, era abrumador, sentirse al borde del abismo, sentirse en el filo de un acantilado con ganas de saltar, pero sabiendo que al caer ya no hay vuelta a atrás.

Taehyung ansiaba morderlo, Jungkook ansiaba ser mordido.

''Hazlo ya''.

El castaño estaba perdiendo la cabeza, ¿por qué se tardaba tanto?

La respuesta vino indirectamente con Taehyung frotándose entre sus piernas.

Por todo su cuerpo pasó una descarga de hormonas que lo sacudieron hasta los poros. El rubor en su rostro se elevó hasta sus adorables orejas.

—T-Taehyung...

Su entrepierna le incomodaba, la fricción entre sus cuerpos seguía en el mismo ritmo y Jungkook quería más, necesitaba más y Taehyung no lo dejaba moverse.

—¡T-Tae-mmh! —gimió. —N-No hagas e-eso... —sus ojos lagrimearon.

El olor de la sangre del menor aumentaba y se endulzaba, era un manjar para sus fosas nasales.

—D-Dejam-

No te muevas

La voz profunda del ser de Taehyung lo sacudió hasta los tímpanos, la poca resistencia que tenía se desvaneció con el rugido de su voz, quedándose inmóvil, apretado entre sus piernas y sollozando de doloroso placer.

El olor se intensificó hasta un punto de ebullición que dejó a Taehyung enloquecido y fuera de sí. No aguantó más y clavó ansiosamente sus colmillos en su tierna piel.

Jungkook gritó agudo, arrugando la chaqueta del mayor en sus manos aguantando el dolor. Aunque no sabía que dolía más, si su cuello o sus boxers.

Ah, la extraña combinación de pánico y placer, sentir como la vida se te va en un instante, estar al límite del colapso y sentir tu cuerpo llenarse rápidamente con adrenalina para sobrevivir. Así se siente estar vivo, justo cuando estás a punto de morir.

Jungkook veía ahora todo borroso, las hojas de los árboles arriba suyo se movían de un lado a otro a doble imagen, sus brazos no tuvieron más fuerza para seguir aferrada a la chaqueta del mayor.

Taehyung tragó y se relamió los labios, al fin se sintió completo, saciado. Sin embargo, el olor intenso que emanaba Jungkook seguía ahí. Claramente había sentido el bulto que se había formado entre los pantalones del menor, pues él también estaba igual.

Se alzó para mirar el rostro de su novio; Jungkook tenía la boca entre abierta, parecía un poco perdido y con los ojos brillosos, sus mejillas coloradas y su cabello alborotado. Era un cuadro precioso para enmarcar dentro de la mente de Taehyung, una vista exquisita de lo potencial que sería hacerle el amor justo ahí. Aquel pensamiento calentó su cuerpo, cegándole la razón, importándole poco que no estuvieran solos.

Y el castaño supo lo que significaba esa mirada lujuriosa que le dedicó el contrario y que no tenía las ganas ni las fuerzas para detenerlo.

Lo vio desaparecer entre sus piernas, lo sintió aflojar su cinturón y lo estremeció el contacto de sus manos frías sobre sus muslos.

—..Ta-Tae... —fue un llamado muy débil que sabía que el mayor no respondería.

Taehyung se tomó todo el tiempo del mundo yendo lentamente a hacer presión en el bulto crecido y levemente pegajoso del menor, disfrutando el temblor y los suaves gemidos empezaban a salir de la boca de Jungkook.

—P-Para-mmh! —el humano se mordió el labio inferior y echó su cabeza hacia atrás.

El nocturno también estaba desesperado por aliviar su propio dolor. Tenía que admitir que ver al castaño retorcerse por él era la escena más exquisita y erótica que podía ver, pero su propio miembro ardía por salir de esa tela que tenía por prisión.

Noche sangrienta【Taekook - Sope】¹ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora