Noche sangrienta【Taekook - Sope】¹

Capítulo 13

—Muy bien, déjenlo bien atado.

Taehyung no sabía donde estaba, tampoco podía ver cómo era su alrededor, le habían vendado los ojos y conducido en un auto a quien sabe donde.

Sintió que le agarraban las manos con las esposas, lo arrastraron rápidamente y lo ataron de nuevo en una delgada columna.

La mujer le ordenó a uno de sus hombres que le quitaran la venda. La luz tenue lo cegó por un momento, parpadeó varias veces hasta que su vista se acostumbró. Frente a él había como una oficina; tenía un escritorio en el centro, a los lados algunos gabinetes y parecía haber una pantalla enorme detrás de aquel escritorio, aparcaba casi toda la parte de atrás.

La mujer apareció pasando al lado del nocturno y se recostó en el escritorio, justo en frente de él.

—¿Sabes quienes somos? —le preguntó. Taehyung no dijo nada, siguió con cara de poker. —Ah, ¿no quieres hablar? Muy bien -la rubia encogió los hombros.

—No —respondió el peligris. —No sé quienes son -aclaró rápidamente.

No parecía buena idea llevarle la contraria, quizás si apelaba a su lado bueno podría saber como escapar de ahí.

La rubia al notar que ahora el chico parecía más receptivo a dialogar, sonrió.

—Mi madre fundó este lugar —dijo, empezando a caminar lentamente alrededor del escritorio. —Impresionante, ¿no?

—¿Qué cosa? —preguntó confundido.

La gran pantalla que ocupaba casi toda la pared no era una pantalla, era una ventana. La persiana se recogió, se veía claramente que estaban en un segundo piso. La ventana daba vista a una red de muchas celdas unidas en la primera planta. Celdas saturadas en paredes de color marrón dándole un aspecto olvidado y de óxido.

—Las apariencias engañan, ¿no crees? Es más amplio de lo que parece.

Taehyung veía aterrado y confundido todas esos cubículos juntos y de aspecto putrefacto.

—¿Qué es eso? —Taehyung pensó que su voz saldría temblorosa, pues realmente sentía que todo su cuerpo tiritaba de miedo. Más su ser interior era mucho más fuerte y se negaba a mostrar su debilidad. Su voz salió neutral.

—El infierno —contestó con una sonrisa tétrica en los labios, orgullosa de decirlo, una sonrisa que dejó ver unos finos colmillos. —Es donde perteneces, demonio.

El aura se volvió más espesa de repente, el aire en sus pulmones lo sofocaba y luego, pudo al fin sentirlos. Sentir los gritos desgarradores, los truenos de los huesos al quebrarse violentamente, el llanto de dolor de las miles de almas que conectaban con él. Si, las podía sentir porque ellos eran vampiros como él.

Habían más vampiros en aquel lugar; sufriendo, agonizando. Y Taehyung podía sentirlo.

—No tengas miedo —le pasó la mano por la mejilla y Taehyung se puso rígido ante el contacto, no la había sentido acercarse a él. —Contigo seré gentil.

Taehyung no tuvo tiempo de reaccionar cuando la rubia agarró con fuerza su mandíbula enterrándole las uñas en el proceso. Le empujó violentamente la cabeza contra la columna, Taehyung sintió el metal rígido contra su cráneo y la mano firme que casi le intento descolgar la clavícula. El dolor no se detuvo ahí, la mujer siguió golpeándole contra la columna varias veces con una fuerza sobrehumana, el nocturno sólo pudo apretar los ojos y la mandíbula para soportar el dolor. Fue hasta que la rubia vio sangre salir de su cabeza, manchando su cabello griseo, que se detuvo.