Noche sangrienta【Taekook - Sope】¹

Capitulo 43

—¿Cómo...?

Las hojas muertas sobre el suelo se alzaron con el viento sigiloso que se deslizó, igual que una víbora, por el terreno en esa noche oscura y tenebrosa, le puso los vellos de punta al único humano mirando fijamente al vampiro al otro lado de la barrera.

—Me dijeron.. que es imposible.. —murmuró Hoseok, todavía confundido, pero el sentimiento en él no era solo confusión, había algo más que se mezclaba.

—¿Estás seguro que esas personas no te están mintiendo? —formuló Seokjin, lamiéndose los labios en un aire distraído, pasando su lengua por sus filosos colmillos que relucían bajo la luz de la luna.

Esos ojos amarillos le observaron fijamente, el humano casi podía sentir que lo traspasaba con la mirada. Era tan penetrante, tan impactante que solo la mirada de este vampiro le estremeciera el cuerpo entero. Lo que creyó por un momento que era seguro, por la barrera separándolos, ya no se sentía seguro, porque si tan solo el aura de este ser podía poner el ambiente así, ¿qué le impedía cruzar esa barrera? ¿De verdad era impenetrable?

Seokjin sonrió de lado. Hoseok podía sentir que estaba jugando con él, que le divertía verlo aterrorizarse, verlo caer de la nube en la que se había subido por creer que estaba seguro.

—Me causa mucha gracia los humanos.. —dijo Seokjin. —Creen que nosotros somos animales por perder el control. Pero sabes, pienso que nosotros tenemos el verdadero control y por eso.. nos tienen miedo. Igual que tú ahora.

¿Que tenían esos ojos? ¿Qué le hacía al ambiente a su alrededor? ¿Porqué sentía que el aire se le estancaba en los pulmones? ¿Porqué no podía apartar la mirada? Todo pesaba, estaba atrapado en esos ojos dorados.

—¿Qué les hace pensar que por tener sexo con un ser de la noche, los convierte en sus esclavos? —masculló, rechinando los dientes. —¿Porqué no creerán que es al revés?

Los pulmones de Hoseok dejaron de funcionar.

—Tan confiados.. tú siempre tan confiado.. creyendo salvarlo. ¿Tú? ¿Un humano? —se rio. Carcajeó como si le hubieran contando el mayor chiste del mundo. Su risa le puso los vellos de punta a Hoseok, si eso aún era posible. —Sólo eres un montón de basura. Una burla. Los verdaderos asesinos, los monstruos en lo que nos convertimos, todo es por su culpa.. —sus ojos brillaron. —Y yo pienso erradicarlos a todos... —alzó su brazo, señalándolo con el dedo. —No hice lo que hice por ayudarte a ti, lo hice porque Yoongi es tan vampiro como yo, es un monstruo como ustedes llaman, es incluso más temible que yo.. ¡Y ME DA TANTO ASCO VERTE TRATARLO COMO SI FUERA TU PUTA MASCOTA!

El suelo resonó a su alrededor, una honda espansiva de poder se creó alrededor del cuerpo de Seokjin. El rugido demoníaco hizo encoger a Hoseok del terror. Su cuerpo se paralizó, no le respondía por el miedo que lo invadía.

Seokjin mostró su ser. Un ser que mostraba el resultado de dos encadenaciones mundanas, con dos humanos diferentes. Sus colmillos crecieron, se hicieron aún más grandes, tanto así que le deformó que la boca, la piel se le rasgó, formando una sonrisa, una sonrisa que llegaba más allá de sus mejillas, tan infernal y demoníaca. La cara a su alrededor se rodeó de cicatrices y venas sobresalientes de color morado, que nacían desde sus cabellos plateados hasta adornar los alrededores de su rostro.

Hoseok recordó el aspecto de un vástago, Seokjin era igual que uno, pero más humanizado, aunque eso no le quitaba, para nada, lo aterrador. Las uñas eran largas y afiladas, los brazos y las manos se le llenaron igual de cicatrices y venas brotadas. De repente, parecía más alto, más grande. Los ojos brillaron en un amarillo, tan reluciente como un diamante, igual que una estrella.