YH 05

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Dentro de esa cabaña, el tiempo no transcurría, nada de lo que sucediera afuera podía afectarlos ahí adentro. Era su burbuja.

Yoongi y Hoseok eran un bola de piernas y brazos enredados, se tocaban, se besaban, no se habrían imaginado lo desesperados que estaban por tocar y ser tocado.

Hoseok escabulló su mano por la bata del mayor, revelando su pecho suave y perlado, ansioso por tocar su piel. Buscó con los ojos cerrados, mientras Yoongi lo besaba, el nudo de su bata y se lo zafó con desesperación.

La cuerda cayó a un lado de la cama hasta que se resbaló y terminó el suelo. Hoseok reveló primero los hombros del mayor, manoseando sus hombros, sus bíceps firmes y su espalda caliente.

Yoongi jadeó en medio del beso cuando Hoseok atacó su intimidad, mientras lo atrapaba entre sus piernas y lo acercó más a su cuerpo desnudo.

El beso era profundo y lascivo, el aroma del humano se incrementaba más y el ser del vampiro no podía aguantar más en morder su piel.

La mano en su miembro lo llevó a la locura, Hoseok lo masturbaba sin pudor alguno, la excitación vencía por completo a la vergüenza.

Dos cuerpos al son del mismo compás, igual que las mareas del mar.

Quería más fricción, mecía las caderas al ritmo de la mano del menor, gimió sobre la boca del otro y Hoseok sólo lo ahogaba más en sus besos.

-Yoongi -gimió el humano cuando el rubio decidió atacar su cuello con chupetones y lamidas. Su piel estaba muy sensible en ese lugar, pues aún conversaba las mordidas de la noche anterior, pero el calor del momento era mayor que el ardor que sentía. -Ah, Yoongi -además de que la lengua del mayor sobre su piel era candente.

Lo necesitaba, quería todo lo que le ofrecía el cuerpo del vampiro. Molestó unos segundos más su miembro, sólo para tener un poco de su escencia resbaladiza, para llevar sus dedos a su propia entrada y dilatarla lo suficiente.

Yoongi volvió a su boca, devorándolo, suspirando. Su miembro pidió más atención, pero sabía que Hoseok no podía hacer todo el trabajo. Llevó su mano y tomó ambos faros para acariciarlos con movimientos suaves de arriba-abajo.

Hoseok jadeó en medio del beso, sus latidos estaban a millón y sudaba con todas las sensaciones. Le daban placer mientras el mismo se dilataba con sus dedos. Simplemente, era embriagador y tan erótico.

Haberse tragado los gemidos del menor fue un banquete exquisito y sensual para Yoongi.

-Yoongi -el menor gimoteó, ya no podía soportar más. -Ah... Yoongi...

Sacó sus dedos de su interior y detuvo el trabajo del rubio, tomó su falo y lo alineó con su abertura.

Yoongi entendió al instante el mensaje y se enterró gustoso en su interior. Desde la primera vez que lo había hecho, quiso volver a hacerlo porque simplemente era increíble.

-Ah -gimió con voz profunda y grave, echando su cabeza hacia atrás momentáneamente cuando se sintió aprisionado por los músculos internos del azabache. -Aah..

Podía sentir sus músculos contraerse, cálido y apretado. Todo el cuerpo del nocturno se estremeció, sentía cada terminación nerviosa sacudirse como si pasara una oleada electrizante.

-A-Ah -Hoseok no se quedó atrás. El rubio era grueso y duro, llegaba hasta los confines de su interior, lo llenaba por completo. Su mente no pensaba en nada más que en ese punto dentro suyo.

De repente, Yoongi comenzó a moverse. Lo hizo sin cuidado, quizás por la excitación del momento, pero sin importar cuál era la razón, la estocada lo hizo gemir en alto.

Noche sangrienta【Taekook - Sope】¹ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora