Al finalizar la clase de física mi ansiedad comienza a creer un poco cada segundo. Quiero hablar con Asher, una parte de mi aun quiere estar a su lado y sentirme segura como lo he hecho casi toda mi vida, honestamente él decidió terminar nuestra relación por el hecho de que se irá a Nueva Zelanda, no porque no me ame menos, eso debería de darme un poco de ánimo...
—Oye, ¿a dónde vas? —pregunta Gia a mi lado con el ceño fruncido.
—Tengo que hacer algo, te veo en clase —digo mientras camino sin esperar una respuesta de su parte.
Continuo mi camino hasta el casillero de Asher, el cual conozco a la perfección, incluso se la clave, aunque supongo que ahora la ha de haber cambiado.
—¿Asher? —digo a su espalda, está hablando con uno de sus amigos del gobierno estudiantil. Él me sonríe y se despide de ambos antes de seguir su camino dejándonos solos.
—¿Vas muy mal en matemáticas? —pregunta tomándome de la mano llevándome hasta uno de los jardines cercanos a la cafetería.
—No, ¿por qué la pregunta?
—Porque no creo que llegues a tiempo.
Una vez fuera tomamos asiento bajo un árbol algo apartado de la entrada. No es que alguien pueda vernos y llevarnos a la fuerza a clase, así no funcionan las cosas aquí.
—¿De qué querías hablar? —pregunto mirándolo a la espera de que él empiece la conversación.
—Quería disculparme contigo, se que antes de las vacaciones no quedamos de la mejor forma, y no sabes lo mucho que sufrí al no saber nada de ti, Liv. Fuera de todo lo sucedido, sigues siendo mi mejor amiga, la única persona en la que puedo confiar ciegamente y me hiciste demasiada falta. Nunca me había sentido así antes.
No quiero herirlo, él está disculpándose y yo solo puedo pensar en miles de formas de usar todas sus palabras para crear una respuesta sarcástica.
—Asher tú fuiste el que decidió terminar conmigo, ¿sabías que llevamos juntos trece años? Nos conocemos desde los cinco años, y tu literalmente enviaste al carajo todo este tiempo juntos por querer ir a conocer el mundo, así que no me vengas con que te hice falta porque esto lo ocasionaste tu mismo. ¿Te das cuenta de que así será siempre? Si te vas a Nueva Zelanda te sentirás de esa forma todos los días y será muy tarde, Asher —digo de forma seria. Él parece anonadado por mis palabras, él sabe que tengo razón, pero jamás lo admitirá.
—Liv por favor yo solo...
—Tu solo me quieres fuera de tu vida, eso lo dejaste muy claro, no quieres que sea un impedimento para que realices tus sueños, está bien, lo entiendo; solo te recuerdo que una vez imaginamos nuestra vida juntos, y pudiste haber cumplido todos esos sueños a mi lado, pero tu preferiste estar solo, así que ahora deberás acostumbrarte, porque fue tu decisión.
» Lamentablemente, te amo, y lo sabes, estoy malditamente enamorada de ti, y me costará muchísimo trabajo dejar de sentirme de esta manera, pero no quiero estar con alguien que me considera un estorbo a su lado, así que mejor olvidemos todo esto y empecemos caminos separados, porque lastimosamente tampoco puedo ser tu amiga, Asher.
—¿Por qué no? Lo hemos sido siempre, incluso antes de...
—Porque por trece años has sido en lo único que pienso, estás en mis sueños, en mis pensamientos, en todo lo que hago siempre estás ahí, y ya no quiero sentirme así... no puedo ser tu amiga porque no podemos serlo, ninguno de los dos se sentirá cómodo, no es bueno para nadie, y si queremos dejar de sentirnos así no podemos ser amigos, Asher. Lo siento...
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Liv, Schlesinger IV
Teen FictionLiv Williams siempre ha sido el tipo de chica que tiene todo bajo control. Es realmente estructurada, básicamente una sabelotodo adicta a los planificadores, por lo tanto, es alguien que ODIA las sorpresas (con un buen resaltado en ODIA). Cuando al...