— ¿Dos días? ¿En París? —pregunta sin comprender completamente todo lo que le digo.
—Si —digo simplemente sin dar más explicaciones.
— ¿Estás hablando en serio? —cuestiona nuevamente, mirándome como si estuviese jugándole una muy mala broma.
—Hablo muy en serio, jamás bromearía con algo como mi cumpleaños, Axel.
Él me observa una vez más de manera intrigante, no me cree que tenga que volar a París en dos días porque a mis padres se les ocurrió celebrar mi cumpleaños en el teatro de mi primo Mark, a quien por cierto no he visto en mucho tiempo y me parece genial el hecho de que podamos usar el Chalamet para esto.
Tomo las tiras de mi mochila y halo de ellas hasta ajustarlas completamente. Llevo exactamente cinco minutos por fuera del edificio de la escuela de música en donde, cabe mencionar, tengo una clase dentro de diez. Axel simplemente decidió aparecerse aquí para decirme que tendrá que volver a irse esta misma noche, y no entiendo por qué razón no espero... ahora una buena cantidad de personas están tomando fotografías y esperan por una selfie o un autógrafo de su parte, y a todo esto debemos sumarle el hecho de que parece que no irá a mi propia fiesta de cumpleaños.
—No me malinterpretes, amor. Sé que tu cumpleaños es algo importante, créeme estoy consciente de eso. Eso solo que estoy a la mitad de una gira de medios. Planeo que el nuevo álbum salga pronto por lo que esto es sumamente importante, y si el lanzamiento tiene éxito la gira llegará en cuestión de nada, y esta será mundial, estaré fuera casi un año completo, y todo debe de salir a la perfección... —dice tan rápido que incluso me siento algo abrumada al escucharlo. Voy a llegar tarde a mi clase favorita del día y justo ahora no quiero tener que hablar de esto aquí, en donde tantas personas pueden observarnos —Lo siento, es solo que estoy bastante estresado en este momento. Se supone que debo volar a Nueva York esta misma noche, no sé si podré estar en París el viernes, mañana tocaré en los conciertos de Good Morning America y de ahí tengo entrevistas, algunas en la radio y otras en televisión en vivo. Creo que ni siquiera voy a poder comer mi almuerzo.
No quiero sonar egoísta, sé que es su trabajo, y sé que es muy complicado cambiar itinerarios que toman meses planear.
Axel me mira y puedo notar la forma en la que quiere decirme que lo siente, que no podrá acompañarme en mi cumpleaños y que probablemente no lo veré en más tiempo de lo que creo... pero no encuentra las palabras y deja que el silencio rellene los espacios faltantes.
—Ya voy tarde, ¿hablamos más tarde? —mi clase solo dura dos horas, él asiente y antes de que pueda dar media vuelta y entrar al edificio, él me acerca a su cuerpo y me toma entre sus brazos de forma protectora. Lo extraño, no voy a mentir, me gustaría poder tener la posibilidad de pasar más tiempo con él todos los días, pero también debo entender que su vida no es simple en lo más mínimo.
—Por favor perdóname —susurra en mi oído. Lo observo a los ojos y es inevitable no notar el dolor en sus ojos. No mal gasto los últimos minutos que nos quedan juntos en discutir más, porque no tiene caso, así que entrelazo mis brazos alrededor de su cuello y lo acerco a mí. Sus labios son suaves, se mueven gentilmente sobre los míos, y puedo estar segura de que esta la primera vez que Axel me besa de una forma tan delicada y dulce. Se siente mal, y yo también, pero no quiero que él se sienta mal por algo que está fuera de nuestro alcance.
—No tengo nada que perdonarte, no quiero que te sientas mal por esto, ¿de acuerdo? Sí me hubiese encantado que estuvieras conmigo, pero no podemos forzar las cosas, Ax —acaricio su rostro y el toma mi mano la besa dulcemente. Con su mano libre coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y me acerca él una vez más. Sus labios bailan sobre los míos, esta vez de una forma más desesperada. Puedo entender el mensaje a la perfección, él tampoco quiere dejarme sola en mi cumpleaños, no quiere que piense mal de él, no quiere que esté triste.
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Liv, Schlesinger IV
Teen FictionLiv Williams siempre ha sido el tipo de chica que tiene todo bajo control. Es realmente estructurada, básicamente una sabelotodo adicta a los planificadores, por lo tanto, es alguien que ODIA las sorpresas (con un buen resaltado en ODIA). Cuando al...