Capítulo Dieciseis

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Cuando acepté salir con Axel, jamás pensé que las cosas pudiesen salirse tanto de control. Jamás pensé que podría siquiera afectarme tanto... que pudiese lastimarme algo que ni siquiera debería de hacerlo.

—De acuerdo, ¿se supone que son oficialmente pareja? —Lauren ha estado intentando ayudarme con este extraño episodio depresivo del que no tengo idea de cómo entré desde un principio. Llevo tirada en mi cama desde que llegamos de la escuela, ha pasado un mes exacto desde que Asher volvió y su presencia ha sido constante a nuestro alrededor. Suele visitarme en la escuela, me envía regalos con mensajes que dicen "Lo siento mucho" "Por favor perdóname" "Dame otra oportunidad" y más, también el desayuno, el almuerzo y la cena, he incluso postres o snacks en ocasiones cuando he tenido que quedarme hasta tarde por algún proyecto. En ocasiones llega a ser molesto, pero luego de la segunda semana, creo que me he acostumbrado.

—No... hemos salido solo un par de veces, Axel está sumamente concentrado en su nuevo álbum, ni siquiera lo he visto en las ultimas tres semanas.

— ¿Daniel no te ha dicho nada? —niego observando el techo de mi habitación.

—Esto es tan frustrante... es como si Asher estuviese cavando de a pocos un espacio a mi lado, y Axel simplemente estuviese apartándose. Se que es su trabajo, pero ¿cómo se supone que me enamore de alguien con quien nunca puedo pasar tiempo?

—No puedes culparlo, al fin y al cabo, es su trabajo, ¿no? —dice tomando mi mano, haciendo que me levante un poco de la cama y la mire —De lo que si estoy segura es de que eres muy importante para él. Creo que lo ha dejado bastante claro, y hablando de eso, ¿aún no sabe de... bueno, de Asher?

— ¿Te refieres a los incontables mensajes, los regalos diarios y los platillos extravagantes? No, no tiene idea. No es como que lo haya podido ver y contarle que mi exnovio está obsesionado por enmendar sus errores.

—Debo admitir que los estuches de libros que envió hace dos días están geniales, Liv —suelta Lauren entre risas.

—No es gracioso, él no tiene por qué enviar regalos todos los días, ni ordenarnos todas las comidas. Si tanto quiere disculparse bien solo tiene que usar palabras.

—Creo que ya lo intentó y tu lo sacaste de aquí casi a golpes...

Lauren tiene razón, no he dejado que Asher se disculpe verdaderamente, no le he dado la oportunidad de explicarse, pero es que me da rabia pensar en todo lo que hizo, y el odio me ciega totalmente.

— ¿Crees que sería un poco loco decirle que venga? —suelto haciendo que ella me mire sin darme crédito —Para que se disculpe como se debe, así deja esta necesidad de enviar cosas todos los días.

Lauren suspira y se levanta de mi cama

—Extrañaré el pastel de chocolate —automáticamente me río mientras la veo salir de mi habitación. Tomo mi teléfono y abro el chat de Asher el cual está inundado de mensajes de perdón.

"Ven y hablaremos" —envío y no tengo que esperar mucho por una respuesta, un par de segundos después me envía su respuesta. Estará aquí en veinte minutos, y yo no quiero levantarme de mi cama.

Dejo el teléfono a un lado y tomo el control remoto, comienzo a pasar los canales sin mucho más hasta que escucho mi nombre en uno de los programas. Automáticamente me detengo y subo el volumen.

"Es extraño ver que Olivia ni siquiera parezca interesada en lo absoluto, es decir, si dos chicos increíbles quieren estar contigo al menos habría que estar un poco emocionada, ¿no creen?".

¿Pero qué demonios es esto?

"Olivia Williams-Schlesinger es precisamente una de las jóvenes del medio más tranquilas que conocemos. Últimamente sus redes sociales se han incrementado gracias a las constantes indirectas de Axel Cassian al cual hemos visto varias veces con ella por las calles de Pittsburgh desde hace varios meses, y según estos videos que hemos recibido, estuvieron juntos también en la semana de la moda de Londres".

Liv, Schlesinger IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora