Capítulo Cincuenta y Dos

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He pasado dos días completos en el hospital, médicamente estoy bien, además de mis costillas fracturadas, no tengo absolutamente nada malo en mi, la espalda ya no me duele y según la doctora Rodríguez estaré perfectamente bien con un poco de descanso.

Me han hecho tomar baños fríos en tinas repletas de hielo y me han dado los medicamentos por intravenosa para acelerar el proceso de sanación en mis costillas, me duele caminar, así que he estado usando una silla de ruedas los últimos dos días.

Me han permitido estar junto a la bebé la mayor parte del tiempo, papá estuvo conmigo toda la tarde de ayer, y me dijo algo que me enterneció bastante.

—Tienes dieciocho años, Olivia, ¿un bebé? —se veía muy molesto conmigo y no lo culpo, supongo que de haberlo sabido ocho meses atrás la noticia la hubiese digerido para cuando llego el momento de traerla al mundo, pero esto ha sido una sorpresa para absolutamente todos, yo incluida.

—Lo siento, no tenía idea... —le respondí llena de vergüenza e incluso algo de miedo.

—No, pero sabías perfectamente lo que hacías —me dijo con disconformidad en su mirada —. Legalmente eres adulta, pero me preocupa que esto sea demasiado, estás empezando a vivir, estás empezando la universidad, y no me hagas empezar a mencionar todo lo que el padre ha hecho porque no saldríamos de aquí en un buen rato —mencionó con desagrado —. Te amo, y se que harás lo mejor para ti y para la bebé, y aunque estoy bastante molesto... sabes que te apoyaré siempre, decidas lo que decidas.

Sabía que se refería a la opción que la doctora Rodríguez me dio... la adopción es probablemente lo mejor que le puede pasar a un niño huérfano, pero... darla en adopción solo porque no me siento preparada mentalmente para ser madre, aunque creo que es una decisión sumamente respetable y valiente... no creo que sea la mejor opción para mi, principalmente porque no estoy sola en esto. Axel vendrá hoy al hospital, cuando Asher lo llamó hace dos días para darle la noticia no lo podía creer siquiera, pensó que era una broma, aunque según Ash, no sonaba molesto, sino realmente sorprendido. Dijo que haría todo lo posible por estar en Pittsburgh cuanto antes, y según entendí logró pedir un permiso especial para estar fuera tres funciones.

La bebé ha estado despierta desde hace una hora, para tener solo dos días de nacida, y ser prematura, se ve más fuerte cada día. Le han cambiado los medicamentos y está reaccionando muy bien a ellos, o eso dice la doctora Rodríguez.

Estoy observándola y ella me mira de una manera que no puedo explicar, sus ojos son de un gris claro que según le entendí a la enfermera cambiaran a un color especifico cuando crezca más, la verdad imagino que serán verdes, es decir la mitad de mis genes los tiene y Axel también, no sería extraño que ella saliese con ese color también.

—Hola —escucho detrás de mi y automáticamente llevo mi mano a mi pecho, haciendo que me duela un poco mi costado derecho y me quejo inmediato —. Lo siento, no planeaba asustarte.

Antes de poder decir algo, él se pone de cuclillas para estar más a mi altura y me toma entre sus brazos suavemente. Imagino que Asher le ha dicho sobre mis costillas fracturadas.

Tengo meses de no verlo, y ahora que lo tengo frente a mi, es como si estuviese viendo a otra persona completamente diferente. Se ha cortado el cabello, imagino que, por su rol en el musical, lleva una camiseta de manga larga color azul y unos jeans rasgados. Ha dejado de lado sus botas negras y lleva unos tenis blancos, es como si estuviese viendo a una versión mas relajada y natural de Axel.

— ¿Cómo? —es lo único que pregunta.

—No tengo idea... tenía mucho miedo, pensé que estaba muerta —digo aguantando las lágrimas, pero un par logran salir de mis ojos —. Dicen que está bien, que solo necesita crecer un poco más antes de que la dejen irse —le explico y él sonríe observando la incubadora frente a nosotros.

Liv, Schlesinger IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora