Capítulo Cuarenta y Uno

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Casada... estoy casada... ¡ESTOY CASADA!

—Liv, creo que lo mejor en este momento es que nos tranquilicemos, para poder entender qué es lo que está pasando —menciona Asher a mi lado, pero creo que he sucumbido a un estado de shock crónico. No creo poder soportar más sorpresas así nunca mas, nunca me han gustado las sorpresas para empezar, las odio... odio no saber que demonios ocurre o porque de pronto las personas parecen observarnos más de la cuenta... odio todo esto.

Papá está hablando con el oficial de migración, le está explicando la situación, que no estoy casada realmente y que esto es un mal chiste, tiene que ser un mal chiste. Él nos aconseja contactar a la embajada americana, intentar encontrar una solución, pero por parte de él no puede ayudarnos más.

Mientras salimos del aeropuerto, puedo ver como todo comienza a desmoronarse dentro de mi, las lágrimas comienzan a bajar de forma acelerada. Asher tiene mi mano entrelazada con la suya, pero no puedo evitar llorar. ¿Cómo pudo Axel hacerme esto? ¿En qué momento lo hizo?

—No entiendo nada —digo en un susurro, y Ash me abraza de la nada, pero agradezco que lo haya hecho.

—Solucionaremos esto, te lo prometo.

Papá ha llamada a todo el mundo, los abogados de la familia, a mamá, a Theo... me hubiese gustado mantener esto en secreto, pero imagino que necesitamos la ayuda de todos en este momento.

—Por el momento volveremos al hotel, ¿puedes llamar a tus padres, Asher? Creo que nos tendremos que quedar un tiempo hasta que esto se arregle.

—Papá, las clases empezarán en dos semanas —le digo, no sé porque me preocupo por la escuela en lugar del hecho de que estoy malditamente casada sin haber dado mi consentimiento previo, pero es lo único que en lo que puedo pensar ahora... mierda, la pasantía.

—Lo sé, estamos haciendo todo lo que podemos, Liv, esperemos estar fuera de Londres para entonces.

Los minutos comienzan a pasar, y luego fueron horas, y antes de darme cuenta ya habíamos estado aquí tres días.

Hoy iremos a la embajada, intentaran averiguar quien solicito mi informe de cambio de apellidos, por supuesto tuvo que ser Axel, nadie más podría haberlo hecho.

Mientras esperamos en el lobby del hotel por el taxi, puedo ver como Asher parece algo intranquilo.

— ¿Qué pasa? —le pregunto tomando su mano junto a la mía, él me sonríe intentado tranquilizarme, pero es muy tarde, ya estoy preocupada.

—Solo estoy algo cansado, estresado... todo esto me parece un poco irreal.

—Lo es... es completamente irreal. Solo espero estar muy profundamente dormida y que todo sea una pesadilla.

—Saldremos de esto, te dije que nada haría cambiar mi opinión sobre recuperarte, ni siquiera una boda clandestina incierta —dice esto ultimo en broma, haciéndome sonreír levemente.

— ¿En qué momento lo hizo? Logramos entrar a Londres y dos días después ¿ya no puedo salir? No tiene sentido.

—Es lo que me he estado preguntado, ¿cuándo hablaste con él no mencionó nada extraño? —pregunta y recuerdo la conversación que tuve, su voz algo distinta, pero seguía siendo él.

—Bueno, se sorprendió un poco cuando le dije que estaba en Londres con su familia.

—Por supuesto que se sorprendió... sabes, me gustaría hablar con él, todavía está en Canadá, ¿verdad? —yo simplemente asiento — ¿Me pasas el numero de Maddie?

No estoy muy segura de esto, pero tengo muchísima curiosidad sobre lo que pueda decirle, y honestamente estoy muy molesta con Axel como para decirle que no a Asher.

Liv, Schlesinger IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora