Capítulo Treinta y Siete

244 30 3
                                    

La mañana del 25 de diciembre llegó con una brisa cálida y amena. Todos nos reunimos en la sala de estar a la espera de abrir los regalos. 

Mis padres me obsequiaron un hermoso vestido que me encantó desde el primer momento en que lo vi, entre los regalos de mis tíos había una gran variedad de cosas, desde ropa hasta hermosas joyas. Cade optó por darme un bolso negro de los que tanto me gustan y Luke un juego de mesa de trivias de Harry Potter, y una camiseta en la que se puede leer a la perfección "Es leviÓsa no leviosÁ." No pude evitar gritar de la emoción.

— ¡Gracias, gracias, gracias! —digo dando saltitos de un lado a otro en lo que atravieso la sala para llegar hasta donde se encuentra sonriéndome. Le doy un abrazo que hace que todos los presentes reaccionen.

— ¿Qué le diste Luke? —pregunta Theo, tomando la camiseta que ha quedado sobre el sofá en el que me encontraba —Ya entiendo.

—Algo de Harry Potter. Esos gritos son de Harry Potter —dice papá mirándome con una sonrisa graciosa. Me conoce muy bien.

—Genial, ahora el mío quedará como una tontería —dice Asher mientras abre la bolsa que le han dado mis padres.

—No digas eso, déjame ver —digo tomando la pequeña cajita que dice De Asher, Para Liv.

Abro la caja con cuidado y veo un pequeño dije en forma de nota musical. Es un collar de plata y se ve tan delicado y precioso que incluso me da miedo tocarlo.

—Es hermoso, Ash, gracias —digo besando su mejilla y él sonríe algo sonrojado.

Luego observo al resto de mi familia, tienen el ceño fruncido, o parecen sorprendidos por algo.

— ¿Qué sucede? —pregunto sin comprender su reacción y todos vuelven a lo suyo ignorándome monumentalmente. Lo dejo pasar y le doy mi regalo a Asher —Ten, no estoy muy segura de si te va a gustar o no, pero cuando lo vi pensé en ti de inmediato.

Él toma la bolsa y sonríe negando con su cabeza.

—Sea lo que sea, me encantará —Asher abre la bolsa y comienza a sacar las cosas una por una. Primero, el cuaderno negro de caratula dura, luego el estuche de lápices de grafito de quince modelos distintos, y por ultimo un pequeño auto de juguete.

—Para que te inspires y crees maravillas —digo y él parece que va a llorar, de hecho, elimina una pequeña lágrima de su ojo derecho y me observa con una sonrisa que honestamente, nunca le había visto antes, es enorme y genuinamente pura.

Asher solo deja las cosas a un lado y me abraza tan fuerte, que incluso se me dificulta respirar un poco.

—Ni siquiera se que decir... gracias, Liv. Eres maravillosa —esto último lo dice mirándome fijamente, acariciando mi mejilla de forma suave.

—No hay de que, sigo pensando que deberías de darle una oportunidad a la escuela de arte —él lo piensa un momento y sonríe algo angustiado.

—Te prometo que lo pensaré un poco, ¿si? No estoy seguro de nada por ahora —yo asiento vencida y él pasa su brazo izquierdo sobre mis hombros, lo que me deja en la posición perfecta para abrazarlo de medio lado.

Luego de un desayuno navideño perfecto y cuando todos habíamos tomado una ducha y nos encontrábamos dispuestos a comenzar el día como se debía, nos encontrábamos en la terraza estrenando mi nuevo juego de trivias de Harry Potter.

Soy muy fanática de Harry Potter, diría incluso más que una fanática... es todo un estilo de vida. Papá me inculcó el amor por el mundo mágico desde antes de nacer. Creo que no hay una persona que ame tanto la saga como mi padre, y yo.

Liv, Schlesinger IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora