Capítulo Cuarenta y Seis

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Han pasado tres meses, doce días, y cuarenta y siete horas... y en todo este tiempo, aun no hemos tenido respuesta por parte de los abogados. Aún no han dado fecha para el juicio, y aún sigo casada con Axel.

Hoy es el cumpleaños de Asher, sus padres le harán una fiesta en su casa en Boston, y decidimos venir toda la semana aprovechando las vacaciones de primavera. Siempre es bueno volver a casa, pero, aunque no habrá cámaras en la fiesta y la prensa no esta permitida en la residencia de los Arden, se que, para el mundo, no puedo dar a entender que estoy con Asher.

— ¿Estás bien? —la voz de mi madre me saca de mis pensamientos. Me la he pasado en mi habitación todo el día. Ash tuvo que acompañar a sus padres a algo que imagino tiene que ver con cosas de la fiesta y no quise preguntar mas. He estado muy cansada últimamente. Jamás pensé que estudiar tiempo completo y trabajar en el estudio seria tan malditamente agotador. Hace dos semanas seguir directo desde que llegue de clases hasta el otro día trabajando en mis proyectos finales. Aun falta poco mas de un mes para que acabe el semestre, pero siento que, si no me pongo en esto desde ya, no tendré tiempo para nada.

—Si, solo recordando cosas. Volver a casa siempre me trae recuerdos.

— ¿Has hablado con Axel recientemente? —asiento alejándome de la ventana sentándome sobre la cama junto a mi madre.

—Le esta yendo muy bien en Londres, la producción ha sido todo un éxito. Estuve leyendo algunas criticas y creo que finalmente ha logrado reconstruir su imagen.

—Eso es excelente, ¿aún no le han dicho una posible fecha del juicio? —niego, mirando mis manos las cuales están algo temblorosas —Bueno, estas cosas toman tiempo, te lo puedo decir yo.

— ¿Por el tiempo que estuviste en la cárcel? —pregunto, y ella asiente. La verdad es que mama nunca ha sido de hablar mucho de estos, temas. Papá dice que fue probablemente uno de los momentos mas traumáticos que ha vivido mamá, pero que ella misma quiera hablar de esto, me asombra.

—Sí, se suponía que estaría ahí solo veinticuatro horas y tardaron creo que casi dos meses en dejarme ir, no recuerdo bien cuánto tiempo fue, después de una semana pensé que me volvería loca.

—Pero no lo hiciste, yo en tu lugar seguramente hubiese hecho algo tonto... —ella ríe levemente, y asiente.

—Lo pensé mas de una vez. Llegue a analizar esa celda a una escala en la que sabía cuando medía cada pared, incluso tenía un plan para usar el colchón para suicidarme.

Sabia que mama lo había pasado mal, pero no sabía que incluso llegó a pensar en suicidarse.

— ¿Por qué no lo hiciste?

—Bueno, quisiera decir que fue por mi familia, pero realmente fue por el deseo de ver a Blake y que supiera que no había logrado herirme — ¡Dijo su nombre! De acuerdo, esto si que no lo veía venir, y creo que ella notó mi cara de asombro porque después solo ríe levemente —. Por supuesto que lo había logrado, absolutamente nadie, nunca, en mi vida, me ha herido tanto como lo hizo Blake Young, incluso llegué a pensar que todo había sido mi culpa, pero tu padre me ayudo a ver que todo lo que había sucedido no había sido mas que un juego para Blake, y no tenia nada que ver conmigo, aunque me costó muchísimo creérmelo, ¿sabes?

— ¿Por qué decidiste enviarlo a un centro psiquiátrico en lugar de prisión? —pregunto algo emocionada, porque honestamente siempre quise saber toda esta historia con lujo y detalle.

—Porque, aunque quería verlo sufrir lo que yo había sufrido, no podía solo dejarlo morir en una celda. Su condición no era la mejor después de... lo que hizo, y algo dentro de mi no me permitía odiarlo de la forma en la que quería.

Liv, Schlesinger IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora