нwall² 💭

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Un sonido interrumpe mi sueño. Abro perezosamente los ojos. El ruido vuelve a retumbar en mi habitación. Maldigo el haberme olvidado poner el móvil en silencio. Cuando lo cojo, entrecierro un poco los ojos por la cantidad de luz que emite y le bajo el brillo. Veo las notificaciones en la pantalla de bloqueo y el nombre del remitente provoca que todo el sueño que tengo se esfume de repente. Tengo 5 mensajes, todos de la misma persona. Mi corazón comienza a latir desbocadamente. Abro el chat. Los 3 primeros mensajes están borrados pero los otros dos son audios. No espero ni un minuto más para saber qué es lo que dicen.
Primer audio: Hola, soy yo, Hwall. No sé si te acuerdas de mí pero hicimos un trabajo juntos.
Segundo audio: Me caiste muy bien y me gustaría volver a trabajar contigo. Eres una chica estupenda. *Unas voces por detrás le dicen: ¡venga, dilo!* Sé que nunca hemos hablado después de que acabáramos el trabajo pero me gustaría que supieras que te quiero.
Al escuchar lo último, mis ojos se abren como platos. ¿Qué es lo que acabo de oír? Lo vuelvo a poner otra vez. Por su voz alegre y un poco ronca y la forma en la que habla, deduzco que está borracho. De fondo escucho risas de otros chicos y música, por lo que seguramente está de fiesta. Decido no contestar a sus mensajes porque al estar ebrio puede que haya sido una broma de mal gusto. Dejo el móvil en la mesita pero no lo silencio por si me llegan más notificaciones de él.
Vuelvo a apoyar la cabeza en la almohada. La frase no para de repetirse una y otra vez en mi cabeza, a pesar de que cabe la posibilidad de que no sea verdad y solo haya sido un juego de ellos. Sin embargo, mi corazón cree que lo dice en serio. ¿No se supone que los borrachos siempre dicen la verdad? Para mí es algo irreal que el chico por el que he suspirado tanto tiempo, me diga que me ama.

Por la mañana, me despierto más alegre que nunca. He decidido que le hablaré para preguntarle sobre los audios. Aunque sé que solo hay dos finales: que me diga que sí o que no iba en serio, yo albergo la esperanza de que sea lo primero.
Antes de poner un pie en la clase, oigo voces que provienen de dentro. La suya la reconozco al instante.
—Tengo un dolor de cabeza... No debimos haber celebrado el cumpleaños de Sunwoo un domingo teniendo clases el lunes —lo escucho quejarse.
—Idea de Haknyeon —dice, creo que Hyunjae.
—Oye, ¿al final le enviaste los mensajes a esa chica? —pregunta otro (Younghoon).
Mi corazón da un vuelco y me quedo petrificada en el sitio porque aunque sé que está mal escuchar las conversaciones ajenas, la intriga de saber qué es lo que responde es más fuerte.
—Sí —responde secamente.
—¿Te contestó? —vuelve a preguntar el mismo chico.
—No lo sé. Ni siquiera lo he mirado.
—¿Tan poco interés en la chica que te gusta? —dice Hyunjae.
—No es mi tipo —contesta con un tono de burla.
Eso me cae como una jarra de agua fría. Así que todo ha sido una broma... Escucho mi interior hacerse añicos.
—¿No dijiste que te había gustado desde hace mucho tiempo? —insiste Younghoon.
—Sí pero como tú has dicho, fue hace tiempo. Ya no. ¿Crees que voy a manchar mi reputación por ella? Soy uno de los chicos más populares del Instituto, si saliera con ella todo se vendría abajo.
Los otros se ríen. Ya he escuchado suficiente. En vez de entrar, me dirijo hacia el baño. No quiero que nadie me vea llorar y menos por un estúpido como él. Mis esperanzas de han hundido tan profundo que llegar hasta ellas sería imposible. Es la decepción más grande que he experimentado en mi vida. Esto me pasa por pensar siempre en positivo.

Vuelvo a clases después de tranquilizarme. Todo el mundo está ya sentado. Lo veo en su pupitre riendo junto a Hyunjae y no puedo resistir mirarlo con mala cara. En realidad la culpa es mía y de nadie más por creer en algo que jamás podría pasar. 

Suena la sirena, dando por finalizada las clases por hoy. Recojo las cosas de mi mesa. No sé por qué pero casi siempre soy la última en salir. Apenas queda gente en la clase ya y yo todavía estoy metiendo el archivador en la mochila. Escucho que Hwall se despide de sus amigos en la puerta. Al volver la mirada para coger mi estuche, noto que alguien está de pie frente a mi mesa. 
—Hola. Soy Hwall, no sé si me recuerdas. 
Aparto la vista de él, guardo lo que queda en mi mesa y me cuelgo la mochila. 
—¿Estás enfadada por los mensajes que te envié? —dice con una expresión de preocupación.
—¿Qué haces hablando conmigo? Podría afectar a tu alta reputación —le espeto. 
Paso a su lado golpeando su hombro. Se ha quedado en el sitio como sorprendido por mi respuesta.
Ando por el pasillo, creyendo que le ha quedado claro lo que le he dicho pero alguien me detiene a mitad de camino. 
—Espera. ¿Has escuchado lo que he dicho esta mañana? 
—Sí. Iba a entrar y oí vuestra conversación —admito. No serviría de nada mentir. 
—Lo que dije no iba en serio, por favor, créeme —se interpone en mi camino para que no pueda seguir. 
—¿Y por qué debería hacerlo? 
—Solo estaba bromeando.—hace un gesto de fastidio antes de seguir—. Dije aquello porque estaba imitando a New. 
El nombre aparece en mi cabeza junto a una imagen de ese chico. Es el más popular en casi todos los Institutos y sobre todo entre las chicas.
—¿Qué tiene que ver él conmigo? 
—No debería decírtelo pero sé que si no lo hago, seguirás pensando que dije aquello de verdad. Le gustabas a New hace tiempo. Pero le importaba más su reputación y por eso nunca te pidió salir. 
Aquello me deja con la boca abierta. ¿Le he gustado a New, al chico comparable a un rey? Me quedo totalmente sorprendida pero a la vez, siento odio hacia él por ser un egoísta. Es un idiota por darle más importancia a su estatus social que a lo que siente. 
—Cuando lo dijo, lo vi una estupidez y esta mañana me estaba burlando de lo que dijo. Es la verdad, por favor, tienes que creerme. 
—Entonces... —digo arrepintiéndome de cómo lo he tratado. 
—Aquello que te dije anoche era cierto. Me gustas y te quiero —sus mejillas se tornan rosadas—. Supongo que estar ebrio me dio el valor suficiente para confesártelo —dice riéndose para disimular que está muy nervioso. 
Al ver que no respondo (porque no me lo creo), habla de nuevo:
—Me empezaste a gustar cuando hicimos aquel trabajo. Pero New había dicho que le gustabas y pensé que no sería rival contra él. Por eso he tardado en revelártelo. 
—Y-yo... Me gustabas desde antes de que trabajáramos juntos —bajo la cabeza escondiendo mi pudor—. Pero pensaba que tú no sentías lo mismo. 
Noto sus dedos bajo de mi barbilla y me la aúpa.
—¿Quién podría resistirse a una chica como tú? Tienes todas las cualidades que cualquier chico quiere en su prototipo de chica. Y yo he tenido la suerte de encontrarte.
Y sin previo aviso, me besa.

THE BOYZ ❁ཻུ۪۪ imagina ❁ཻུ۪۪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora