jacoв¹ 💭

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Estoy harto del instituto. Nada más que mandan trabajos donde la información tiene que ser recogida por libros. Así que, aquí estoy de nuevo en la Biblioteca para buscar un libro sobre economía.

Ando hacia una estantería cuando en ese pasillo me encuentro con una chica que está de pie ojeando un libro. Nada más verla, parece como si cupido me hubiera lanzada una flecha de esas que tiene, porque me quedo embobado con ella. Habrá notado que la estoy mirando ya que levanta la mirada de la hoja que estaba leyendo y me mira. Me sonríe y vuelve a la lectura. Nervioso, me pongo a buscar aleatoriamente en la estantería que tengo más cerca un libro para disimular. Mi corazón parece repetir a cámara lenta el momento en que ella me han sonreído, cosa que provoca que mi corazón comience a latir desbocadamente. Pero, ¿qué me pasa? Yo no creía en el amor a primera vista. "Creía". ¿Ahora sí creo? 
Intento respirar lentamente para tranquilizarme pero saber que ella está a unos pocos centímetros de mí, no me ayuda. Noto que se mueve. Cierra el libro y lo vuelve a poner en su sitio. Sin esperarlo, me vuelve a mirar sonriente y me dice adiós. No he podido responderle porque estoy petrificado en el sitio. La sangre circula a toda velocidad por mi cuerpo y noto calor en mis mejillas. ¿Qué es esto? Ni siquiera la conozco, ¿cómo puede tener un efecto así en mí? Será una tontería...

Me centro en encontrar un libro que hable sobre economía que concuerde con el tema del trabajo. Cuando escojo uno, busco un sitio donde sentarme a leerlo. Por suerte, hay una mesa que está completamente vacía pero hay otra al lado donde está esa chica en particular.
Mi mente elige la mesa vacía, pero mi corazón quiere la otra. Veo que mis pies se mueven pero no tengo ni la menor idea de a qué sitio se dirigen. Es como si mi cuerpo y mi mente fueran dos cosas distintas. Finalmente, me encuentro sentado enfrente de ella. Los nervios me matan y el calor que sentía en las mejillas parece haberse extendido por todo mi cuerpo. De reojo, la miro. Su pelo cae a ambos lados de su cara y sus ojos se mueven siguiendo las frases del libro en el que está tan concentrada. Podría quedarme toda la vida mirándola y jamás me cansaría.

Supongo que el supuesto de que notas cuando alguien te está mirando es cierto porque levanta la cabeza para encontrarse con mi cara de bobo. Intento disimular, cosa que se me da muy mal. Le digo "hola" con la mano mientras tiemblo por los nervios. Ella me devuelve el saludo y es como si el cielo se abriera y un canto de ángeles me inundara los oídos. Nunca me había sentido así por una chica. Es algo nuevo y a la vez extraño porque ni siquiera sé cómo se llama o cuál es su color favorito.

Intento centrarme en el libro que he escogido pero estoy más atento a sus movimientos. Incluso cuando la escucho suspirar, mi pulso se acelera. Me gustaría tanto hablarle... Pienso en qué podría decirle para comenzar una conversación pero parece que mi mente se ha bloqueado y solo permite información que tenga que ver con ella.
─ Perdona, ¿tienes un lápiz? ─ se dirige a mí.
Levanto la cabeza como un resorte y comienzo a asentir y tartamudear como los tontos. Se lo tiendo con manos temblorosas. Una gota de sudor me recorre la espalda. ¡Me ha hablado!
─ Gracias ─ me dice antes de volver a su libro.
Mi corazón va a mil por hora. Su voz es tan dulce y melodiosa que me gustaría escucharla a cada instante de mi vida. ¿Estoy exagerando? Creo que hoy me ha sentado algo mal porque no es normal que me guste una chica de esta manera. Debo dejar de pensar en tonterías porque ¿y si yo no le gusto?¿y si no la vuelvo a ver nunca más?

Vuelvo a casa. Ella se marchó antes que yo. Me tendría que haber ido mucho antes de allí pero cada vez que pensaba en irme y ella seguía sentada en la mesa, mi cuerpo no me respondía y seguía también sentado. Mi madre me recibe enfadada.
─ ¿Qué has estado haciendo? Llevas tres horas fuera y ya está la cena.
─ Lo siento. El trabajo es complicado y he estado intentando sacar la mayor información posible para no tener que sacar más libros de la Biblioteca ─ miento.
─ No tienes remedio. Espero que mañana no tengas que ir otra vez o sino iré a quejarme al director. No os pueden mandar tantos trabajos... ─ habla mi madre mientras se dirige a la cocina.
Sinceramente, no la estoy escuchando. Solo pienso en si ella volverá a ir o no. Para averiguarlo tendré que volver a la Biblioteca mañana. Mi mente comienza a imaginarse todos los escenarios posibles donde ella vuelve a estar allí y cuando me ve, me sonríe con su tierna y alegre sonrisa y me dice: "¡Tú eres el chico de ayer!¿Quieres que vayamos a tomar algo?".
─ ¿Qué haces ahí con esa cara de bobo?¡A comer! ─ mi padre me saca de mis ensoñaciones.

THE BOYZ ❁ཻུ۪۪ imagina ❁ཻུ۪۪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora