THE BOYZ ❁ཻུ۪۪ imagina ❁ཻུ۪۪

ѕangyeon⁴ 💭

Es mi primera cena de empresa. Estoy muy nerviosa porque empecé a trabajar en Creker hace solo unos tres meses y apenas conozco a nadie, salvo a Younghoon, mi compañero de departamento.
Entro en el restaurante un poco cohibida porque no estoy acostumbrada a que me vean vestida de noche. He elegido un vestido de satén negro ceñido a mi figura que queda por encima de las rodillas, del cual estaba muy segura antes de venir pero ahora me siento extraña e incómoda con él.
Busco desesperadamente a la única persona más cercana que tengo en el trabajo y para mi poca suerte, aún no ha llegado. Me quedo de pie en el hall del restaurante que está situado en la planta más alta de un edificio y cuyas vistas son de ensueño porque puedes ver casi toda la ciudad ya que en vez de paredes tiene cristaleras.
Miro a mi alrededor y puedo reconocer algunas caras del trabajo, como la de Juyeon, el subdirector de la empresa. Me siento en uno de los sofás mientras espero a que todos lleguen y pasemos a la mesa. Alguien se acerca con una copa fina en la mano.
─ Buenas noches. Estás hermosa ─ me sonríe amablemente Sunwoo, del departamento de relaciones públicas.
─ Muchas gracias, te digo lo mismo ─ contesto tímidamente.
─ Eres la chica nueva, ¿verdad?
Asiento.
─ Creo que no hemos tenido la oportunidad de hablar antes. Encantado de conocerte.
─ Igualmente.
─ A ver si nos vemos más por la empresa. Hay tantos trabajadores que no te cruzas con el mismo dos veces ─ ríe.
Otro chico se acerca a llamar a Sunwoo y nota mi presencia. Es Jacob, secretario del director. Él también me saluda y comienza a conversar con nosotros dos. Después, se une una chica llamada Minhyun. Tampoco he tenido el placer de hablar con ella, pero por cómo la he visto comportarse en la empresa, tampoco tengo la necesidad de hacerlo.
─ ¡Sunwoo, Jacob!¡Pero qué guapos!¿Qué opináis de mi vestido? ─ les pregunta ignorándome.
Su atuendo consiste en un vestido de tirantes finos, por no decir inexistentes, con un escote prominente a pesar de no tener nada con lo que lucirlo y largo hasta los pies. Es de una tela tan fina que puedes ver cómo no lleva sostén.
─ Estás también muy guapa ─ contesta Jacob cortésmente.
─ ¿Nada más? ─ parece indignada.
Los dos se quedan sin saber qué decir más y eso la ofende.
─ Da igual, seguro que Changmin sabe apreciarlo ─ dice antes de irse.
Una voz interrumpe lo que Sunwoo iba a decir. Es Younghoon, al fin. Nos saluda a los tres y conversa un poco antes de que los otros dos se marchen a saludar a Ashley, chica encargada de todo lo que tiene que ver con el marketing internacional y por la que todos están colados.
─ Veo que has estado haciendo amigos ─ me dice Younghoon cuando nos quedamos por fin solos.
─ Sí. Este vestido parece tener algo especial ─ bromeo ─. En la empresa soy invisible para ellos.
─ Es porque la ropa de oficina no te favorece.
─ Pues no me eches la culpa. Es lo que nos obligan a ponernos.
─ Deberían dejarnos llevar lo que queramos.
─ Cierto.
─ Siento no habértelo dicho antes pero estás deslumbrante.
Su elogio me sonroja. Le doy las gracias.

El jefe es el último en llegar. Nunca he sabido quién es porque no lo he visto debido a que mi contratación y todo eso lo llevó Jacob. Lo único que sé de él es su nombre. Sangyeon. Otro dato que conozco acerca de él, es que es una versión de Ashley pero en hombre. Toda la empresa está loca por él.
Sangyeon entra por la puerta, vestido con un traje negro y gris impecable. Su entrada es simple pero parece la llegada de un rey. Cuando lo miro, puedo corroborar todo lo que se dice acerca de su belleza y porte. Hasta ahora siempre había creído que la mayoría de los dueños de grandes empresas eran viejos y anchos de cuerpo. Sangyeon parece la excepción a la regla.
Saluda a todos los presentes cordialmente y pasamos al salón donde están dispuestas las mesas. Estas están organizadas por departamentos, por lo que me toca con Younghoon y personas con las que al menos he hablado más de una vez.

Gracias a la presencia de mi amigo, no me siento tan abrumada por estar rodeada de personas que no conozco. Él parece notarlo y no me deja en ningún momento sola. A mitad de la velada, Sangyeon se acerca a nuestra mesa y pregunta cómo va todo, un gesto de cortesía que ha hecho en cada una de las mesas. Todos contestamos que bien. Él pasea su mirada por cada uno de nosotros y se para en mí, cosa que me pone nerviosa en el acto.
─ Tú eres la chica nueva que contratamos este año, ¿no?
Por segunda vez en la noche, asiento a la misma pregunta.
─ Siento no haberme presentado personalmente y haberte dado la bienvenida ─ se disculpa mientras me da estrecha la mano.
─ No se preocupe. Entiendo que tiene muchos asuntos que atender y mi llegada no es tampoco de gran relevancia. Estoy encantada de poder trabajar en su empresa, es un gran honor para mí ─ contesto intentando que no me tiemble la voz de lo nerviosa que estoy.
─ Trátame de usted, no soy mucho más mayor que tú ─ me dice con una sonrisa ─. Ya nos veremos por la empresa.