Cierro los puños porque no sé como expresarlo de otra forma. Me gustaría gritarle a todo pulmón y descargar mi furia con él. Desearía ir hasta donde está e insultarlo hasta que no me quedara saliva en la boca. No me puedo creer que al final su amigo tuviera razón.
Reprimiendo mis ganas, corro en dirección contraria a donde está él. No tengo pensado el lugar al que voy a ir pero quiero uno donde pueda estar sola.
Finalmente acabo en un parque vacío a estas horas y me siento en un banco. Lloro, lloro porque no me puedo liar a patadas y golpes con todo lo que me encuentre. No sé qué es lo que siento si decepción porque al final resulta que no es el tipo de chico que me hizo creer que era o tristeza porque todas mis esperanzas de poder estar con él se han hecho trizas.
─ ¿Qué haces aquí sola?¿Por qué lloras?
Alzo la cabeza sorprendida. No pensé que alguien conocido me encontrara aquí. Él se sienta a mi lado.
─ ¿Qué te ha pasado? Tiene que ser algo importante porque es difícil borrar tu bonita sonrisa.
Suelto una especie de chasquido burlón. No me puedo creer que tenga esas dos caras, me parece imposible de creerlo. Aguanto mis ganas de responderle de forma borde y me hago la inocente. Yo también sé jugar a este juego.
─ Gracias. Siempre me dices cosas tan bonitas.
─ No quiero verte llorar más, ¿vale? Quiero que sonrías.
─ Lo haré solo por ti.
Él me sonrie. Esa sonrisa con la que he soñado noches y noches seguidas.
Él me indica que apoye mi cabeza en su hombro y es lo que hago.
Nos quedamos así un rato y después me acompaña a casa mientras me halaga diciéndome lo maravillosa que soy y todo lo que valgo como chica. Yo le sigo la corriente.
Cuando llegamos a mi portal, nos quedamos frente a frente. Me encantaría pegarle un puñetazo a su cara perfecta.
─ Mañana podemos quedar para cenar, ¿qué te parece?
─ Es un buen plan. ¿Tú me recoges?
─ Por supuesto, mademoiselle.
Me coge delicadamente la mano y deposita un beso en ella. En otras circunstancias, la temperatura de mi cuerpo habría subido a mil y me habría derretido como si estuviera bajo un sol ardiente. Pero ya no. Ya me he cansado de ser la tonta.Me visto de la forma más sexy que puedo con lo que tengo en el armario y me maquillo de forma básica pero con los labios rojos intenso y frente al espejo, sonrío lo más convincentemente que puedo. Necesito reunir las fuerzas que me quedan para devolvérsela y ya después podré derrumbarme e hincharme a llorar.
Cuando su coche para delante de mí, veo que abre los ojos sorprendido por mi aspecto y cuando me abre caballerosamente la puerta suelta un silbido de aprobación.
─ Estás... No tengo palabras ─intenta decir.
─ Gracias ─finjo sonreír tímidamente.
─ Mi amigo dice que vamos a coincidir en el mismo restaurante porque él ha quedado con unos colegas.
─ Hace tiempo que no lo veo, estará bien verlo ahora.
Llegamos al restaurante y nos sentamos en la mesa que tenía reservada. Miro alrededor buscando a su amigo pero parece que todavía no ha llegado. Pedimos las bebidas y después la comida. Mientras esperamos y hablamos, me doy cuenta de que no puede apartar la mirada de mis labios. No sabía que la venganza sabía tan bien.
─ Hace tiempo que quería decirte algo. Pero lo haré después de comer ─me sonríe con satisfacción por dejarme con la intriga.
─ Eres muy malo, ¿lo sabías?
─ Suelen decírmelo.
Su amigo llega y nos saluda. Nuestra comida llega y la verdad que la disfruto mucho porque está muy rica.
─ Tienes que probar esto ─él me acerca su tenedor a la boca mientras tiene enredado un par de espaguetis a la carbonara.
Yo me lo meto en la boca y lo saboreo. Él se queda como hipnotizado mirando mi boca.
─ Está exquisito. Dejaré que decidas tú a donde ir a comer a partir de hoy.
─ Te lo he dicho siempre ─dice con una sonrisa triunfante.Al terminar, le pido esperarlo fuera tomando el aire mientras él paga. En la entrada me encuentro con su amigo.
─ Vaya, cuánto tiempo sin verte.
─ Sí, es verdad.
Casi se me saltan las lágrimas porque él fue quien me avisó, quien me dijo la verdad sobre el que está pagando la cuenta ahora mismo, quien me intentó abrir los ojos. Pero yo, ciega por amor, nunca quise hacerle caso. Y me gustaría decirle que tenía razón y que yo he sido una estúpida.
─ Veo que has progresado con él. Te ha traído al restaurante estrella de su repertorio ─me halaga no muy contento.
─ Sí... ─es lo que consigo responderle.
─ No te veo muy animada. Yo pensaba que estarías dando saltos de alegría y tirando cohetes. Esto es lo que llevas tiempo queriendo.
─ Lo sé ─contesto desanimada.
Voy a seguir hablando pero escucho cómo la puerta del restaurante se abre y sé que es él que sale. Entonces, miro a su amigo, el cual lo tengo justo delante, y me dejo llevar por mis impulsos. Me acerco más a él y lo beso. Sorprendentemente, me lo devuelve. Escucho a mis espaldas la voz irritada de Changmin.
─ ¿Cómo has podido?¿Qué estás haciendo?¿Cómo tienes la cara de hacerme esto?
Llega hasta nosotros y me separo de Younghoon.
─ ¿Qué más te da? ─le pregunto a Q.
─ ¡Te iba a pedir que fueras mi novia dentro de unos minutos y tú me traicionas de esta manera! Me siento muy decepcionado.
─ Nunca creí que fueras así de hipócrita. Vas de bueno, caballeroso, honorable, brillante... Un príncipe azul por decirlo de alguna forma, pero en realidad eres todo lo contrario.
Veo como su cara se queda estupefacta por el asombro. Seguramente siempre había pensado que yo estaba colada por él hasta los huesos -cosa que anteriormente era cierto- y que jamás le diría algo así.
─ ¿En qué te has convertido?
─ Sigo siendo la misma. Lo único que ha cambiado es que he abierto los ojos de una vez. De una forma mucho más dolorosa pero lo he hecho al fin. Y siento no haberte hecho caso ─al decir esto último miro a Younghoon.
─ ¿De qué estás hablando?¿Tú me has estado ocultando todo esto, Younghoon?
Este levanta las manos a modo de defensa y contestando que no.
─ Deja de fingir ya, Changmin. El otro día fui a tu casa y tú madre salía, así que me dejó entrar. Fui directamente a tu habitación y lo oí todo. Oí las guarrerías que le decías a esa chica y... Otras cosas más ─ mientras hablo, las lagrimas resbalan por mis mejillas. Es algo que odio porque no me gusta que me vean llorar pero me duele que haya amada tanto a alguien y que de príncipe se haya convertido en sapo─. Creí que yo era única para ti, que era la única a la que le decías todas esas cosas bonitas. Pero he sido tan tonta... Sé que mientras ligabas conmigo y me hacías creer que yo era la que te interesaba de todas, has estado con muchas más a mis espaldas. Eres un cerdo.
Parece como si se deshiciera de sus máscaras porque pone una sonrisa irónica pero a la vez parece triste.
─ Es irónico cómo el destino juega sus cartas. Es verdad, sería una estupidez negarlo todo. Al principio te tuve más bien como una mascota que haría cualquier cosa por mí. Pero me he ido dando cuenta de que tu amor era verdadero y puro, no como el de las demás que solo era para un rato. Esta noche te iba a pedir que salieras conmigo formalmente y dejaría todo atrás.
─ Pues siento decirte que eso no va a pasar. Ya no quiero seguir siendo la tonta.
Él se queda callado mirando fijamente el suelo y con la única luz que sale del restaurante puedo ver una lágrima sobre su mejilla pero se la seca al instante. Seguro que es puro teatro.
─ Lo siento. Perdón por el daño que te he hecho. Ten por seguro que jamás volveré a herirte. Lo prometo y lo juro.
No quiero seguir hablando más con él, así que me despido de Younghoon y me voy. Pido un taxi para llegar a casa después de rechazar insistentemente la oferta de Younghoon de llevarme él.Changmin y Younghoon se quedan solos tras irme.
─ Creo que debería irme ─dice el primero.
─ ¿De verdad la quieres o solo era por si colaba? ─le pregunta Younghoon.
─ La quiero. Y es irónico porque me acabo de dar cuenta ahora que la he perdido por completo. Reconozco que no he sido bueno con ella, que me he comportado como un verdadero capullo. Y por eso mismo sé que me merezco esto ─responde con tono triste.
─ Te lo avisé.
─ Sí. Ya sé que me dijiste que no le hiciera daño. Pero uno aprende de sus errores. La próxima vez te haré caso.
─ Eso espero.
Después de un largo silencio...
─ ¿Tú la quieres? ─le pregunta Changmin a Younghoon.
Aunque tarda en contestar, el último dice:
─ Sí. Desde antes de que mostraras interés por ella.
─ Hazla feliz, muy feliz, ya que yo no puedo. Solo le he dado dolor.
─ Lo haré.
ESTÁS LEYENDO
THE BOYZ ❁ཻུ۪۪ imagina ❁ཻུ۪۪
Short Story── ⋅ ─── ─── ⋅ ── ˗ˏˋ 𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘳𝘵𝘢𝘴/𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰𝘴 ♡ˎˊ˗ ── ⋅ ─── ─── ⋅ ── ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💭 • © moontxy | 2O18 ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💭 • Contenido original ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💭 • No permitido copia ni adaptación ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💭 • 29...