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Jennie se encontraba en su clase de yoga antigravitatoria, era una actividad que le permitía relajarse y pensar a solas. Últimamente no podía dejar de pensar en la amistad que tenía con Yoongi, no lograba explicarse como el pelinegro se había adentrado tan fácilmente en su vida, sin duda era una amistad que apreciaría mucho, pero lo que no lograba entender del todo era por qué a veces deseaba que Jimin fuese un poco más Yoongi.

Dio un giro hacia atrás, sosteniéndose entre las dos telas que se ajustaban en sus brazos, Jennie era muy flexible y eso le permitía permanecer en el aire varios minutos, sus brazos eran delgados, pero firmes, sus piernas también.

A unos metros a su izquierda, pudo distinguir a JiSoo, haciendo la misma actividad que ella, reconoció que la chica tenía un cuerpo perfecto, ni un gramo de grasa demás, piernas tonificadas, blancura, ojos de cachorro, el prototipo ideal de chica. ¿Sería cierto que su mayor sueño era participar en el Miss Corea?

Jennie se acercó a ella ofreciéndole una botella de agua. Tampoco quería juzgarla apresuradamente, aunque sabía que Yoongi la odiaba por hacerle aquel desplante a su hermano en medio de la cafetería.

- Ten, es agua gasificada.

JiSoo la miró de reojo.

- Gracias, puedes dejarlo allí. Ah... Kim Jennie, ¿verdad?

- Así es.

- No pensé que a la hija de nuestro presidente le gustara el yoga antigravitatorio.

- Me encanta – Jennie se sentó en una de las colchonetas, observándola como enroscaba su pierna con la tela y echaba su espalda hacia atrás – Oye, JiSoo-sshi, sé que no me concierne, pero ¿Qué fue eso de la cafetería?

JiSoo se deslizó por la tela y bajó hasta tocar el piso, abrió la botella de agua y dio un par de sorbos.

- Solo un tonto declarándome su amor.

- Sabes que él es uno de los hijos del primer ministro, ¿no es así?

- Si... - dijo JiSoo dudosa – aunque más me gusta su hermano, Kim Yoongi.

- Ah, ¿Qué?

- Si, bueno, solo gustar, es un chico atractivo y decidido, hubiera preferido que hubiese sido él quien se me declarara, no su nerd hermano.

Jennie quería reprocharle unas cuantas cosas, pero apenas y la conocía, no tenía ese derecho aún.

- Y, ¿Cómo conoces a Yoongi-sshi?

- Cuando me invitó a salir.

- ¿Te invitó a salir?

Jennie no cabía en su asombro. Yoongi aseguraba odiarla, era la chica que había roto el corazón de su hermano ¿por qué la invitaría a salir entonces?

- Si. Pero nunca llegamos a salir en sí, no sé por qué me pidió mi número entonces – respondió JiSoo con desinterés – pero bueno, nada de lo que venga de Kim Seokjin puede ser bueno.

Jennie se puso de pie y se despidió de ella tras una corta mirada. No entendía a la chica, parecía ser de las que se llevaban la primera impresión por apariencias, una chica superficial, pero entonces... ¿Por qué vió en sus ojos un rastro de melancolía?

Se apresuró a tomar su maleta para irse a su habitación tomar un baño y escuchar algo de música, las tareas regularmente las hacía en la noche, además, era fin de semana y aun no tenía planes sobre si salir o quedarse en el internado.

Mientras tomaba una ducha, pensaba acerca de lo que había hablado con JiSoo, y no pudo evitar sentir un extraño malestar. ¿Acaso se sentía celosa que Yoongi haya invitado a JiSoo y a ella no? Al menos como amigos.

Seúl Master School [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora