Caja amarilla: "Estar contigo"

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Hoseok y Chungha eran como dos cuencas de un mismo collar, iban en una misma dirección, pero en caminos separados, sin embargo, el destino los hizo cruzarse de la manera más inesperada.

Hoseok descubrió a una bella chica bailar siempre en una de las aulas de danza, a veces sola, a veces acompañada. Le cautivó su baile, sus movimientos, y pensó que era feliz, pero su novio, que era quien la acompañaba en algunas ocasiones, se encargaba de apagar su luz poco a poco.

Sabía que estaba mal tratar de involucrarse con alguien que tiene pareja, pero sus instintos de protección pudieron más. Chungha lo traía locamente enamorado de ella, y de su danza.

Se imaginaba juntos compartiendo alguna presentación en un escenario, con aplausos de la gente y él besándola delante de todos. Pero por supuesto, no podía lograr nada de eso tan solo espiándola.

Con ayuda de su amigo NamJoon pudo intercambiar palabras con ella por primera vez. Hoseok quería ir con calma, pero en cuanto Chungha le sonrió y accedió a asistir a una de sus clases, casi se desmaya de la emoción ahí mismo.

Se hicieron cercanos al poco tiempo, Hoseok notó la extraordinaria persona que era Chungha, un ser humano que a pesar de tener dinero, era bastante humilde y apreciaba esos pequeños detalles que para todo el mundo eran superficiales. Definitivamente Hoseok había caído por la chica correcta.

Conforme pasaban los días, Hoseok tanteó terreno. Le preguntó acerca de su novio, a lo que la sonrisa que portaba ella en ese momento, desaparecía gradualmente. Y es que ambos sabían lo difícil que sería terminar con la relación de Chungha, ella porque le tenía miedo, y él porque ese chico tenia influencias, no podría arriesgarse a algún escándalo y lo suspendieran en aquella importante escuela.

No fue sino hasta el campamento en Escocia donde Hoseok le robó el primer beso a Chungha. Fue en la laguna donde acordaron ir a nadar un rato. Yoongi y NamJoon habían inventado la mera excusa de un paseo grupal, pero ambos sabían que debían dejar a la parejita acercarse más en ese momento.

Ahí, en medio de las aguas cristalinas de la laguna, Hoseok acaricia la cintura de Chungha y la mira fijamente a los ojos, no quiere titubear ni mostrar inseguridad ante ella, la siente tensarse un poco en sus brazos, entonces la besa, primero suave y luego más intenso.

—Perdóname, pero necesito que entiendas una cosa, Chungha. Me gustas demasiado como para seguir haciéndome el tonto, quiero luchar por estar juntos, y si me permites con un poco de tiempo yo-...

—También me gustas, Hobi. Mucho. El problema es mi novio, lo sé, a veces pienso que nunca me podré librar de él, pero, si tú, mejor dicho, nosotros somos pacientes y...

—¿Llevamos nuestro amor a escondidas? ¿Eso quieres?

—...

—Está bien, lo acepto, está bien – sonrió. —Todo sea por estar juntos.

—Yo solo quiero ser feliz, y tú me has demostrado que se puede llegar a amar a una persona por lo que es, no por la fama.

—Entonces ¿Estamos juntos? – preguntó Hoseok entusiasmado.

—Juntos por un mismo propósito – bromeó —Sí. Claro que estamos juntos.

Hoseok solo recuerda que aquel mismo atardecer la hizo suya en medio de la naturaleza tranquila de Escocia.

Pero no todo marcharía como ellos pensaban. Hoseok nunca pensó estar en una relación que tuviera condiciones, límites de horario, y sobre todo, fingir que eran desconocidos cuando Chungha tomaba de la mano a su aun novio.

Hoseok confiaba en ella, pero no confiaba en Yuvin, su actual novio, él era alguien que sobre exigía a Chungha, con largas horas de ensayo en una danza que ni siquiera era del agrado del todo para ella. Chungha siempre iba más a lo urbano, de eso se dio cuenta Hoseok, pero Yuvin decía que lo clásico siempre es mejor y que así no ganaría la competencia nacional.

—Así no lo harás bien del todo, tienes que estirar más las piernas girar sobre tu propio eje y-

—Sí, si, ya lo sé – contestó Chungha cansada —Sólo dame un maldito respiro.

—¿Se puede saber qué te pasa? No me vengas con relajos a estas alturas de la competencia, Chungha. Tenemos que ganar.

—¿Tenemos? ¿O tienes?

—Que yo sepa el concurso es de parejas, así que si, "tenemos".

—Y pues, que yo sepa, fuiste tú quien me autoinscribió en el concurso y después me consultó. Sabes que no se me da muy bien lo contemporáneo y aun así lo hiciste, y ¿sabes por qué lo acepté? Porque te amaba.

—¿Y ahora no me amas?

—No.

—Pues yo tampoco – Chungha le miró incrédula —Qué. ¿Creías que no me iba a dar cuenta que hace unos meses iniciaste un amorío con el bailarín ese?

—Yuvin...

—¿Lo negarás?

—Solo... - suspiró —No le hagas nada a Hoseok.

—Mientras no interfiera en mis planes, no.

—A qué te refieres.

—Tú y yo tenemos una competencia pendiente. Si ganamos, eres libre, y si no, continuaremos practicando.

—Qué clase de compromiso es ese.

—Lo tomas o lo dejas, cariño.

—No me llames así, ah, está bien, acepto. Ganaremos esa competencia, practicaremos duro y-

—No olvides que mientras, sigues siendo mi novia, no puedes andar de fácil por ahí besuqueándote con otro cuando se supone estás conmigo, mi reputación también está en juego, ¿sabes?

—¿Algo más? – dijo Chungha, harta.

—Hum, nada, creo que es todo por ahora. Recuerda que si ganamos, antes de la graduación, podrás ir con él si quieres.

Eran condiciones que Chungha debía asumir si quería iniciar una relación con Hoseok, cuando se lo comentó, éste no estuvo del todo de acuerdo, pero ella le convenció de que era lo mejor, valdría la pena el sacrificio si al final podían estar juntos.

«Todo sea por estar contigo, bebé» pensó Hoseok.

Hoseok aguantó los últimos tres meses del internado que su novia paseara de la mano con otro, que deje algunas citas con él para irse a ensayar, a veces quería mandar todo a la mierda, pero como ella misma dijo, valdría la pena.

Y finalmente el día llegó. Hoseok fue a verla realizar la actuación de baile mientras oraba en su mente que todo saliera bien. Cuando el jurado empezaba a nombrar los lugares, a Hoseok le temblaban las piernas más cuando anunciaron el primer lugar y vio a su novia sonreír emocionada, supo que ya podía respirar en paz.

Ese día Hoseok rearfirmó que luchar por lo que quieres nunca es una pérdida de tiempo.

Seúl Master School [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora