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Eran cerca de las tres de la madrugada cuando el celular de Jennie sonó, de inmediato contestó más que nada para no despertar a Rose. Vio el remitente y decía "Jimin".

- ¿Jimin? ¿Tienes idea de la hora que es...?

Jennie... - se escuchaba respiraciones profundas – ven, por favor.

- ¿Te encuentras bien? – se sentó en la cama –

Te-Te necesito... no puedo... ¡Ahg! No puedo... res-

- No, no, no. ¿Te dio otra vez el... ?

Jennie no obtuvo respuesta solo se escuchaba respiraciones cada vez más forzadas. No perdió tiempo y salió en pijama en dirección al pabellón de chicos. Si, parecía un fantasma corriendo desesperada en medio de la noche, pero ella era la única que podía calmarlo en estos momentos.

Burló a los guardias y entró en el recinto, segundo piso, habitación B-12. Cuando llegó abrió la puerta, Jimin tenía una habitación para él solo, así que no habría problemas con un posible compañero.

- Jimin – Jennie lo movió – Jimin despierta, ya estoy aquí. Ellos no te van a hacer nada ¿de acuerdo? Ya se fueron, ya se fueron.

Jennie le acariciaba sus cabellos y ponía su cabeza en su pecho, Jimin se removía intranquilo en su lugar, tanto que sin querer la golpeó en su cuello, pero a Jennie no pareció importarle, más que las lágrimas de dolor que soltaba él.

- No, no... ¡No quiero que me lleven!

- Nadie te va a llevar a ningún lado, Jimin. Estoy aquí, contigo. Te quiero ¿está bien? Estamos juntos en esto.

Jennie repartió cortos besos en su rostro sin dejar de sobar sus brazos. Poco a poco, Jimin dejó de resistirse y su respiración fue regulándose, cayendo dormido entre los brazos de su novia.

Esta no era la primera vez que sucedía, en su año de relación, Jimin siempre la llamaba para tranquilizarlo, lo hacía porque sus medicamentos no le funcionaban en absoluto en sus ataques de ansiedad que le ocurrían repentinamente.

Miró el reloj al lado de la cama y marcaba las 4:00 am. En dos horas debía levantarse para ir a clases, para ese entonces a Jennie se le había quitado todo el sueño, así que se dedicó a velar el sueño de Jimin. Una vez más.

Cerca de las seis de la mañana, Jennie dejó una nota en el velador de Jimin, luego salió silenciosamente de la habitación y, cuando iba a llegar a las escaleras ve subir a un guardia, rápidamente sube las escaleras hasta el piso tres, escondiéndose tras una maceta grande, el guardia no la vió y siguió su camino.

Jennie retomó su camino hacia la salida y respiró más tranquila cuando consiguió con éxito salir sin ser vista. O eso pensaba, pues unos ojos gatunos la observaban desde lo alto de la ventana.

Yoongi esperó en la cola para poder servirse su desayuno. Unos alumnos más adelante, se encontraba Jennie con Rose, ésta última se encontraba haciéndole un montón de preguntas sobre su estado de ánimo, fastidiándola con comentarios como "¿Pasaste la noche en la habitación de Jimin-sshi?" "Con razón esas ojeras", "Oye, ¿y esa marca en el cuello?"

Yoongi rompió un vaso al apretarlo fuertemente. Los alumnos lo miraron asombrados, se disculpó con la cocinera y salió de la cafetería hacia la enfermería. Para cuando estuvo curado, ya había perdido el apetito y se encaminó al aula.

No sabía por qué se sentía molesto con Jennie, él no era de celarse por nada ni por nadie, pero ahora, sentado al lado de NamJoon ni él mismo se entendía.

Seúl Master School [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora