Seúl Master School [Yoonnie]

Caja amarilla: "Ángel guardián"

La pequeña Kim Jennie corría de un lado a otro entre sus compañeros del estudio de ballet, su sonrisa se ensanchó al ver a su madre esperándola en la recepción junto con su hermano.

—¡Mamá, TaeTae!

Su madre la sostuvo en sus brazos y le dio algunos mimos, pero su hermano rápidamente la atrapó en sus cortos brazos y la giró en ellos. Jennie rió feliz por ese momento.

—¡Woah, hermanita! Este lugar es gigante, ¿Se portaron bien contigo?

—¡Si, hice algunas amigas, TaeTae! Incluso hay un niño que baila muy bien el ballet, mamá ¿un niño también puede bailar esto? – preguntó Jennie.

—Claro que puede, cariño. El ballet es una danza para niñas y niños.

Taehyung hizo un puchero.

—Pero los niños no usarán faldas ¿verdad?

La señora Kim negó con la cabeza.

—No, amor, solo usan mayas o pantaletas.

Jennie, en su poca experiencia de seis años poco sabía que del niño por el cual había quedado impresionada por sus asombrosos movimientos de baile, sería una persona importante para ella años después.

—Jackson, por favor... no... estoy segura de esto.

—¿Por qué no? – decía su novio mientras besaba su cuello —Podemos cuidarnos y no pasará nada. Somos novios y nos amamos.

Jennie suspiró rendida y se dejó caer en la cama, confiaba en Jackson, era su novio desde hace meses, pero aun sentía que debía esperar, es decir, no es fácil perder tu virginidad a los catorce y con tu primer novio, pero, debido a que su cuerpo se desarrolló rápidamente, y, como algunos adolescentes sienten, desean experimentar.

Jennie cerró sus ojos y se dejó hacer, porque no tenía ni idea de cómo debería estar o acariciar. Parecía que Jackson era el único que disfrutaba, pero entonces pensó en ella, ¿Por qué hacer feliz a la otra persona si ella no quiere? ¿Su opinión no importa?

—Jennie... mueve ese cuerpo, nena, parece que soy el único que....hey, a donde vas, ni siquiera hemos...

—Vete. – Jennie tomó una bata y se la colocó —No quiero tener sexo contigo, Jackson, no me siento preparada.

—Pero que... - soltó una risa amarga —Me estás jodiendo ¿cierto? ¿Vas a dejarme? ¿Es eso?

—No es-

—Escúchame – la volteó para tomarle de los hombros —Eres solo una niña asustada, si sigues así te quedarás sola mucho tiempo y ningún hombre querrá estar contigo, ¿sabes por qué? Porque eres frívola en la cama. Ah, y no te molestes en llamarme, doy por terminada nuestra relación, allá tú que le dices a tus padres.

Jennie se quedó esa noche pensando en lo que le había dicho su ahora ex novio. ¿De verdad era demasiado importante saber complacer a un hombre en la cama? "Frívola" esa simple palabra le llegó muy dentro de su corazón, y aunque tratara de fingir que no le afecta, sabía que en fondo era así.

El cumpleaños de su padre llegó e invitó a importantes familias, entre ellas, la familia Park. Jennie reconoció al niño de quien quedó impresionada años anteriores, era él, sus mejillas rellenitas seguían allí.

—Hola... - se acercó tímidamente donde él, quien yacía sentado mirando incómodamente como las personas iban y venían.

—Hola...

—Por casualidad, ¿tú estudiaste ballet en la academia "Doré"?

—¿Eh? Oh si, estudié casi un año ¿Por qué?