Seúl Master School [Yoonnie]

26

—Hay que llamar a la policía – convino NamJoon.

—No. La policía no hará nada más que poner en riesgo a mi hermana, además, ni siquiera sabemos dónde está exactamente. Esperaremos que el maldito de Yugyeom nos de señales.

—JungKook, deja que la policía nos ayude – sugirió Lisa.

—Sé cómo trabaja Yugyeom, él solo quiere una cosa, matar a Soyeon para vengarse de mí.

—Igual contraté dos detectives para que hagan el seguimiento desde ayer – dijo NamJoon.

—Ojalá sirva y los ubiquen antes de que sea demasiado tarde.

—A dónde vas...

—Prepararé mi mochila para cuando vaya en su búsqueda, Lisa.

—¿Estás loco? ¿Sabes siquiera manejar un arma?

—No debe ser tan difícil. Mi misión es solo sacarla de ahí y tomar su lugar, ya es hora de que enfrente mi destino.

—No quiero que te pase nada ¿entiendes eso? – Jeon asintió –

El celular de NamJoon suena y éste rápidamente coge un papel y empieza a graficar algo. Cuelga.

—Creo que dieron con su paradero. – JungKook se aproximó a ver – Casa abandonada, a 57 km de aquí. JungKook, debemos actuar con la cabeza fría, a pesar de la situación en la que estamos.

—Trataré de que así sea y mi instinto animal no salga. Espera, ¿irás también?

—Por supuesto. Yo la metí en esto, aunque no fue voluntario, debo hacerme cargo, es mi novia también.

—Nam, sé que nunca nos hemos llevado bien, pero si me acompañas corres el riesgo de no salir.

—Tengo un plan.

Lisa solo podía observarlos discutir detalles sobre cómo entrarían a la casa, aunque los detectives, que en realidad eran agentes privados, los acompañarían, no podía evitar preocuparse. ¿Debería decírselo a alguien? No. JungKook no le perdonaría que lo traicione de esa forma, pero tampoco podía quedarse allí sin hacer nada.

—Bien, entonces partimos hoy por la noche, Nam.

—Así es, traeré las indumentarias a la camioneta. Los agentes nos cubrirán las espaldas mientras nos adentramos a la casa.

—JungKook...

Él volteó en su dirección.

—¿Si?

Lisa lo tomó de la mano y dijo con los ojos aguados.

—Cuídate. Por favor.

JungKook le sonrió y acarició su mejilla.

—Hagamos un trato. Si regreso con vida de allá, ¿prometes ser mi novia?

—...

—Sería la mejor motivación que pueda tener. Eres la segunda persona más importante para mi luego de mi hermana.

—JungKook, lo que me pides es...

Tocaron la puerta e ingresaron los inspectores.

—Chicos, ¿Qué hacen aquí? Deben estar en su propia cabaña.

—Ah, sí. ¡Ya nos vamos! – habló NamJoon tomando sus cosas y jaló a JungKook con él.

Lisa se quedó sola en la habitación y miró hacia la ventana pensativa.

«JungKook... regresa con vida por favor.»

A la mañana siguiente, todo parecía actuar con normalidad en el campamento. Si bien, las autoridades ya sabían del secuestro de una alumna, trataron de mantener el asunto lejos de los oídos de los alumnos, el presidente no toleraría un escándalo más para su internado, aparte del incendio.