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—¡Sorpresa!

Gritaron los chicos al ver que Soyeon ingresaba a la sala. Habían hecho la reservación en aquel hotel de lujo solo para que su querida amiga pasara un momento agradable. Todos tomaron una copa de champagne y NamJoon se dirigía con una sonrisa donde su novia.

—Feliz cumpleaños, cariño.

—Nam, ¿De verdad organizaste todo esto? — él asintió orgulloso —¡Gracias! Me haces tan feliz.

Todos aplaudieron cuando vieron a la pareja abrazarse y besarse. Todos menos JungKook quien lucía indiferente.

—¿Se puede saber qué hace esta rata... okay, Jeon aquí? — preguntó Yoongi.

—Es el hermano de la cumpleañera— respondió Hoseok — no podía omitirlo.

—Pero la verdadera razón por la que vino es por cierta princesa tailandesa ¿no es así?

Hoseok asintió resignado.

NamJoon la condujo hasta el centro del salón, donde los regalos estaban apilados, más allá, la torta y globos en forma de corazón rojo. La mirada deslumbrante que tenía Soyeon se apagó rápidamente al ver a JungKook por allí.

—Qué hace él aquí.

—Ah, Hoseok decidió invitarlo, sabíamos que sería descortés si omitíamos a tu hermano, aunque no estén en buenas relaciones, es una persona importante en tu vida ¿no es así?

Soyeon agachó su mirada. Nam acunó su rostro en sus manos.

—Hey, no te pongas triste. Es tu día, y preparé esto con todo el amor que te tengo. Si quieres, puedo invitar cortésmente a que JungKook se vaya.

—No, no. Está bien, déjalo. Todos sabemos la verdadera razón por la que está aquí— susurró Soyeon mirando de reojo a Lisa que conversaba con Rose.

—Pensé que hoy sería una noche divertida – dijo Lisa sarcástica – pero ya veo que ni en una reunión la sombra de Jeon JungKook se alejará de mí.

—Lo siento— dijo Rose — me imagino lo difícil que lo debes estar pasando — Ay, no.

—Qué.

—Se está acercando, se está acercando. Código rojo. Repito. Yo me voy.

—¡No! — la tomó de la muñeca —No me dejes sola con él, por favor. Al menos contigo no se pondrá tan pesado. Rose, por favor.

Rose suspiró resignada.

—Hola chicas — saludó JungKook para luego mirar a Rose – ya te puedes ir, Rose.

—Ella no se va a ningún lado ¿me escuchaste? — aclaró Lisa — porque tú y yo no tenemos nada de qué hablar.

—Te perdonaré el incidente del golpe solo si me das un beso ¿eh? Que te parece.

Rose no quería estar ni un segundo más allí.

—Escucha, JungKook-ah, utiliza tu boca para decir algo inteligente si quiera una vez en tu vida ¿quieres? ¿No ves que con esa actitud solo estás logrando que me sienta cada vez más incómoda? — dijo Lisa.

—Perdona princesa, pero no puedo hacer nada al respecto, así soy yo.

—Bien, si tú no te vas, me iré yo.

Jungkook observó divertido como Lisa se iba por algún lado, luego enfocó su vista en una distante Rose.

—Hey. ¡Hey! — llamó su atención — en qué piensas.

Seúl Master School [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora