Clandestino ➳ BTS [+18]

Capítulo 4

―¡Como mierda se te ocurre hacer eso, eh! ―grito dando un golpe a la mesa que nos separaba. Pegue un leve brinco pero trate de disimular.

―Pobre mesa ―murmure.

―¡Haces todo mal! ¡¿Por qué no esperaste hasta que diera la orden?! ―seguía gritando enojado.

―Porque era el momento perfecto ―ergui mi cuerpo en la silla super incómoda.

―¡No hay un puto momento perfecto! ¡órdenes son órdenes! Maldita sea ―se jalo los cabellos. Estaba enfurecido.

―Deja la paranoia. Estas muy grande para esto ―quise levantarme pero su mirada fría me detuvo. Juro que si no estuviese ese otro chico ahí ya estaría tres metros bajo tierra.

―¿A qué le llamas paranoia? ¡No es esa mierda! ¿Que hubiese hecho si algo te pasaba, eh? ―empezó a bajar el tono de si voz, pero igual seguía echando humo.

―Nada. No hubieses hecho nada porque nada me iba pasar, se cuidarme sola ―rode los ojos.

―No pongas palabras en tu boca que no eres capaz de ejercer Mei Ling. Esa chica tuvo que ir arreglar tus desastres, chocaste un puto auto, te llevaron a la estación de policía y ahora debes pagar una fianza, es la quinta en este año. ¿Seguirás así? ¿donde quieres llegar? ―Se cruzó de brazos mirándome.

―Esa chica tiene nombre y al menos ella si demuestra afecto hacia mi, no como tu...

―No cambies el tema por tus ridículos traumas de niña sufrida. ¿Donde quieres llegar Mei Ling? ¿Quieres que nos maten a todos o que primero mueras tu y vengan hacia nosotros?

―No quiero nada de eso.

―¿Entonces? ―suspiro ―estas haciendo todo lo contrario, somos un equipo Mei. ¿Que hubieses hecho si atrapan a Hanako?.

Suspire pensando en lo que decía. Era verdad, si la hubiesen atrapado todo sería mi culpa y ahora mismo estaría matandome la consciencia. Relaje mis hombros y proseguir hablar:

―No paso nada de eso. Todo paso muy rápido, salí del bar y en un momento ya tenía una patrulla detrás mío, el alcohol hizo estragos en mi cabeza y...

―...Te pones como desquiciada. ―él termino la frase por mi.

―Estaba durmiendo y de repente lo trajeron a la celda donde estaba, el entró. Luego me dormí y para cuando desperté mire a la chica con traje huir por el conducto, él ya estaba muerto ―trate de ocultar mi sonrisa al recordar su frente con ese agujero.

―Yo quería encargarme de ese maldito. Pero no pude, ¡todo por tu culpa! ―y aquí vienen los gritos ―¡Lo quería torturar hasta que rogara por su vida!...No tendría piedad pero igual quería matarlo.

―¿Puedes dejar tus arranques de asesino serial? Asustas.

―¿Es que acaso te gustó lo que ese bastardo te hizo? ―pregunto con su mandíbula tensa.

―¡No! ¡Nunca! ―negué fuerte. Sólo recordar sus asquerosas manos en mi cuerpo me producían tantas náuseas y ganas de buscar su cuerpo y rematar el cadáver.

••
Mientras limpiaba una habitación del bar -una chica termino su servicio y me pagaba por limpiar y cambiar las sabanas- el degenerado entró sin aviso y me acorralo. Pidió una noche pero sólo me producían asco así que negue, me empezó a tocar a la fuerza.