Capítulo 32

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―¡Mei! ¡Jimin! ―escuche los llamados de Miel pero estaba tan dormida que mi cuerpo no reaccionaba ―¡despierten ―escuche unos golpes en la puerta. Estaba se espaldas así que me gire al otro lado, mi corazón dio un salgo y grite.

―¡AHH! ―tomé la cobija y me tape, Jimin abrió sus ojos e igual grito.

―¡AHH! ―era una batalla de quien gritaba más, la puerta se abrió dejando ver a la mujer. Se puso sus manos en la boca y negó varias veces.

―¡No! Niños ustedes no...

―¡Quítate gorila! ¿Qué mierda haces en mi cama? ―empeze a empujarlo. Jimin se levanto y se acercó a Miel.

―No, no Miel.

―¿Acaso ustedes...? ¡No! ¿desde cuándo? ―frunci el ceño y me levanté de la cama. Abrí los ojos como platos al entender lo que estaba insinuando la mujer y rápido negué.

―¡No Miel!

―¿Que hicieron anoche? ―pregunto la mujer.

―No Miel, no hicimos nada. Nada paso ―Jimin trato de calmar su imaginación, no. Claro que no había pasado nada, ni siquiera sabía como estábamos durmiendo los dos.

―¿Por qué estaban durmiendo juntos? Hace años no lo hacían, además gritaron cuando entre...

―Miel, le juro que no pasó nada. Nada paso ―me puse las pantuflas y me levanté hacia el baño.

―¿Jimin? ―la mujer llamo al chico.

―El suelo estaba muy incómodo, mire un espacio en la cama y por eso me acosté ―le acaricio el hombro ―no paso nada, lo juro.

―Oh por Dios, casi me da un infarto ―Miel puso su mano en su pecho. Cuando la mujer salió cerré la puerta del baño e hice mis necesidades, luego tomé mi cepillo de dientes para asearme la boca y la cara, una vez lista salí y Jimin estaba sentado en el borde de la cama mirando a la nada.

―Que cosas inventa Miel ―negué con una sonrisa.

―Si fuese ella pensaría lo mismo, tu y yo durmiendo en una cama, y más si ella sabe que no nos llevamos tan bien ―negó con su cabeza aún sin dejar de mirar a no se donde.

―¿Me recuerdas cuando te di permiso de dormir conmigo? ―pregunte a Jimin. Me volteó a mirar e hizo una mueca.

―Llevo tres putos días durmiendo en el suelo, ya no aguantaba más. Además había demasiado espacio en la cama ―se encogió de hombros.

―Que tal si hubieses imaginado que yo era una de tus putas..me hubieses restregado tu..―trague saliva y negué.

―¿Eso sería incesto, no? ―me miro enarcando una ceja.

―Ugh ―hice una mueca.

―No eres el tipo de chica que me gustan para motivarme a ser incestuoso ―me crucé de hombros e hice una risa falsa.

―Y tu tampoco, de sólo imaginarlo me dan arcadas ―guiñe un ojo. Jimin se levanto y con toda la intención del mundo me choco el hombro ―¡Hey! Idiota.

Por suerte después del sermón de madurez que le di a Jimin cuando llegamos, él se había empezado a comportar más ¿humano? Si, tal vez eso. Estos tres días habían sido de maravilla, estando los tres sin ningún problema o cosa que pudiese agotarnos la paciencia, Miel haciendo sus deliciosas comidas y nosotros ayudando al orden de la casa; una que otra vez salíamos a la playa o a pasear por la calle y la gente nos miraba como si fuésemos un tipo de pareja. Pero no, Park Jimin y Park Mei Ling estaban lejos de ser eso, nada de amores. No ese tipo de amor. Tal vez otro. Eche una sonrisa y me sentí tonta al hacerlo, negué rápido y empeze hacer la cama, ordene unas cosas y Jimin aún no salía del baño, mire la mesa que tenía la habitación y la pantalla de mi celular alumbró; camine y lo tomé viendo que era un mensaje.

Clandestino ➳ BTS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora