Clandestino ➳ BTS [+18]

Capítulo 56

―Ella siempre decía que aunque mi padre fuese tan malo no habría razón para odiarlo. Mis padres eran como el yin yang, la hermosa mujer era la paz y tranquilidad mientras que el hombre era la maldad en carne propia ―negó con la cabeza, tal vez no le gustaba recordar a su padre.

No entendía el por qué de repente empezó a hablar de sus padres, yo ni siquiera era de su familia o alguien cercano para que el confesara aquello.

―Mi madre era una costurera, una humilde costurera de San Petersburgo, Rusia ―señaló la foto ―una mujer trabajadora y hermosa, con principios pero sin buena economia. Mi padre, era un hombre poderoso, lleno de dinero y tal vez belleza ―metió laa manos a sus bolsillos y siguió observando la foto ―él era amante de las cosas hechas a mano, sábanas, ropa, cortinas y un montón de cosas...En San Petersburgo mi abuela y mi madre eran las mejores costureras así que mi padre un día fue allí para hacer pedidos de las mejores cortinas y, fue allí donde encontró a mi madre ―sonrió un poco ―él tan poderoso y arrogante, ella tan humilde y pobre. ¿La pareja perfecta, no lo crees?

―Suena muy tóxico aquello ―hice una mueca de incomodidad.

―Mi padre se enamoró, mi madre le pareció simpático pero por su arrogancia quiso alejarlo. Mi padre siempre tuvo poderío y el no iba permitir que una mujer lo rechazara, hizo todo lo posible porque ella le diera una oportunidad; joyas, dinero, telas para hacer sus trabajos, comida y más pero mi madre no aceptaba aquello ―me miro ―mi padre se cansó de tanto rechazo y la secuestro...

―¿Que? ―dije sorprendida.

―Mi madre tenía sentimientos por mi padre pero ella sólo pedía que el cambiará, al secuestrarla la encerró pero nunca le hizo daño...Él sólo quería que ella estuviese con él y que no lo rechazara...

―¿Y...?

―Con el tiempo mi madre se aferró a él, mi abuela dice que fue el síndrome de Estocolmo pero mi madre negó aquello ―se encogió de hombros.

―Pero tu madre, no entiendo ¿Rusos? ¿Coreanos? ―inquiri confundida.

―Mi madre es coreana, mi abuela era rusa y mi abuelo coreano ―explicó ―así paso, mi padre era ruso y se enamoró de una mujer coreana.

―Oh...

―Al final duraron muchos años, mi padre le dio todo lo que ella no podía tener. Tuvieron dos hijos ¿Ves los niños? ―señaló y asentí ―soy yo ―señaló al niño que estaba en brazos de la mujer ―y ese es DakHo ―el niño un poco más grande en los brazos del hombre.

―Eran un poco parecidos...

―Si.

―Pero ¿Por qué me dijo todo eso? No entiendo...

―Tu madre siempre quiso saber la razón del por que DakHo era tan malo y porque yo era lo contrario ―abrí mis ojos con sorpresa ―mi padre convirtió a DakHo en eso, le dio todo el poder que tenía mientras que yo preferí quedarme con la humildad de mi madre.

―¿Por qué su padre tenia tanto poder? ―pregunté.

―Él pertenecía a la mafia rusa de aquella época, DakHo es mayo que yo y por eso fue siempre el preferido de mi padre. Le enseñó todo y mi hermano tomo el puesto después de la muerte de mi padre.

―Ya veo.

―Creo que te enteraste que tu madre volvia locos a los hermanos Pohl ¿Verdad? ―asentí con una leve sonrisa ―lamentablemente ella decidió quedarse con DakHo.

―Y eso le costó la vida...―dije con un poco de seriedad y pena.

―Parece que mi madre y la tuya vivieron casi la misma historia ―sonrió con nostalgia.