Capítulo 40

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―No puedes seguir trabajando allí, Mei Ling.

―¿Por qué? En una semana voy a recibir mi primera paga, la necesito ―respondí tratando de convencerla.

―Sino renuncias me veré obligada a decirle a Jimin ―se volteó sería.

―¿Fue el bocazas de Jian, verdad? ―frunci el ceño.

―No importa quien me haya dicho o si lo averigüe yo, necesitas dejar de trabajar en esa estación de policías ―Hanako se volteó y siguió su camino hacia la sala de armas. La seguí para enfrentarla.

―Necesito esa paga, Hanako no entiendes yo..- ―me interrumpió.

―No Mei Ling. Al parecer tu no entiendes ―me señaló ―estamos en peligro y sólo te preocupas por el dinero.

―Lo necesito, sólo voy a trabajar está semana y ya. Lo promero ―hice puchero pero ella volvió a negar.

―Lo siento mucho Mei, no quiero meterme en problemas con Jimin y Jian tampoco, así que renuncia ―dejó de mirarme y empezó a sacar unos papeles.

―Necesito el dinero. ―dije firme. Gire sobre mis talones y choque contra un cuerpo, cuando alce mi vista me di cuenta de que era Derek, oh tanto tiempo sin ver su cara se me hacía un desconocido.

―¿Quieres que nos maten a todos? ―hablo con seriedad. Rode los ojos e hice el ademán de irme pero me tomo del antebrazo ―esto es serio, niña. Sino renuncias yo también le diré a Jimin.

―¡Que! ¿Ahora vienes a dartelas de proteger el bienestar de todos? No seas hipócrita ―forceje para quitarme su mano pero fue inútil, con más fuerza me echo hacia atrás.

―Protejo lo que tu quieres profanar, Mei Ling. ¿Qué parte de que estamos en peligro no quieres entender? ―me soltó brusco ―te recuerdo que en ese "estamos" tu pellejo está incluido.

Me fulmino con su mirada y paso chocando mi hombro, me quedé allí parada sin ninguna expresión, sin saber que decir o hacer puesto que el tenía mucha razón pero yo también, yo necesitaba ese dinero porque era para mi futuro y no estaba trabajando de gratis en aquel lugar. Dispuesta a irme sin decir nada la voz de Derek volvió hacer presencia en aquella habitación.

―Puedes reclamar la paga por los días que trabajaste, te puedo acompañar si quieres pero más de ahí no ―lo escuche decir fríamente. No me voltee y seguí hacia afuera.

Fui hasta la habitación que compartía con Hanako, me senté en la única silla que había y me puse a pensar en cualquier cosa. Mi celular aviso sobre una notificación y me levanté a ver de quien era, sonreí como tonta al ver su nombre.

Namjoon
¿Cómo has estado?

Tarde unos minutos en responder, no podía creer que el estuviese preguntando por mi estado.

Estoy bien ¿Y tú?

Namjoon
Ahora estoy bien, no te vi
hoy ¿paso algo?

Oh no ¿Qué iba decirle? No quería mentir pero debía hacerlo. Namjoon se había convertido en una persona cercana, podría decir que desde que lo conocí hace casi un mes y medio salíamos a todos lados juntos o el destino se encargaba de juntarnos por casualidad, separarme de él de la noche a la mañana iba a ser muy extraño y nostálgico porque si, me di cuenta de que ese moreno me empezaba a poner loca. Cuando su sonrisa me hacía palpitar el corazón, cuando me invitaba a tomar un café o soju mis nervios aumentaban, cuando preguntaba por mi estado era un choque de emociones y cuando fue a mi rescate, eso bastó para poder aceptar los sentimientos.

Clandestino ➳ BTS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora