Clandestino ➳ BTS [+18]

Capítulo 38

Tomé el bolso y saque mi celular, la vista estaba nublado y casi no podía ver los números. K. Jian fue quien apareció de primero así que marque unas cuantas veces, no contestaba y empezaba hacerse más pesado mi cuerpo.

―¿Hola? ―una sonrisa apareció en mi rostro cuando escuche su voz.

―Kai.. ―susurre.

―¿Mei Ling?

―Necesito..―tosi ―..ayuda, por favor.

―¿Qué pasó? ―pregunto con preocupación, escuche un suspiro y siguió ―no, no me importa. Adiós.

―No..Kai, necesito ayu-...―la llamada había finalizado.

Una punzada en mi estómago hizo que jadeara de dolor, me recoste e inhale y exhale varias veces hasta que el dolor disminuyó un poco. Nadie contestaba, Jimin tenía su celular apagado, Hanako no atendía y Jian tampoco, no me atrevía a llamar a Derek. La última opción era Namjoon, volví a buscar su número (lo había pedido a JiEun hace unos días) marco dos veces y la otra línea contestó.

―Namjoon..necesito t-tu a..ayuda ―hable como pude.

―¿Que, paso algo?

―Intentaron robarme y necesito tu ayuda, por..por favor ―otra punzada me hizo soltar un chillido.

―¿Estas bien? ―pregunto ―¿donde estas?

―Estoy a unas cuadras de la avenida principal, donde hubo el robo de tiendas de las ahjumma hace un mes ―explique aguantando las ganas de llorar.

Namjoon no dijo más y colgó, lo peor se paso por mi mente. Tal vez no quiere venir a esta hora y me va dejar a la deriva, volví a levantar mi cabeza y mire la calle aún más sola. Trate de levantarme y empezar a caminar pero la cabeza me pesaba, todo me daba vueltas y el dolor era insoportable; volví a insistir al número de Jian y nada. Nuevamente intenté levantarme y está vez si pude, me eché el bolso al hombro y seguí caminando hacia algún lado pero las luces de un auto me detuvieron.

―¡Mei Ling! ―voltee a ver y era él. Mi sonrisa apareció cuando corrió hacia mi ―¿Estas bien? ¿Que pasó? ―tomo mi cara en sus manos y empezó a inspeccionar.

―Viniste...―murmure.

―Ven, vamos ―me tomo del brazo pero solté un jadeo, cuando caminaba sentía que mis huesos se rompían. Namjoon paso mi mano por su cuello, su brazo izquierdo lo puso en mi espalda y levanto mis piernas con su brazo derecho, deje caer mi rostro en su pecho.

***

El dolor era más leve pero aún sentía que me habían dado como a bolsa de boxeo, observe el panorama en donde me encontraba, una habitación grande con paredes blancas, la cama tenía sábanas grises y era muy cómoda, mire a un lado y había una mesa con algunos papeles. Mi vista fue hacia la puerta cuando se abrió, un Namjoon con un pijama azul pastel se asomaba con una sonrisa.

―¿Mejor? ―pregunto. Asentí con la cabeza y eché un suspiro.

―¿Es tu casa? ―mire a todos lados.

―Te desmayaste en mi auto y no sabía dónde llevarte, estabas muy mal ―se cruzó de brazos y se recosto en el marco de la puerta.

―Gracias...―sonreí ―en verdad muchas gracias por haber ido.

―Me asusté cuando llamaste a esa hora, supe que nada bueno había pasado pero..―se detuvo ―¿Qué hacías tan tarde en la calle? Digo, una mujer no debe estar a esas horas y más por un lugar tan peligroso.