Jungkook se dio unos momentos para relajarse o más bien para esperar que su amiguito se relajase, sentado en los bancos del vestuario mientras procesaba todo lo que acababa de pasar. Decidió volver a la realidad y seguir con el transcurso de su día así que en cuanto su respiración hubo adquirido un ritmo normal, salió de los baños con dirección a la sala de baile que le esperaba como cada tarde.
Se había convertido en su rito sagrado de cada día y disfrutaba como nadie de esa hora y media que pasaba solo allí dentro, bailando y perfeccionando sus movimientos, además de tonificar aún más los músculos de su cuerpo.
Entre canción y canción surgió en su mente la pregunta que le habían hecho los chicos, tenía que decidir si quería ir a la fiesta o no, o más bien, si quería dejar salir al Jungkook salvaje que llevaba reteniendo por unas semanas que se le estaban haciendo interminables. Aquel que siempre había triunfado en cada fiesta ala que había ido.
Cualquiera de sus compañeros del anterior instituto ni si quiera le habrían reconocido, sin tener un parte al día, sin romper una puerta cada vez que se enfadaba, sin pelearse por diversión con cualquiera que tropezaba con él por los pasillos, o simplemente sin haberse tirado a una tía en dos semanas.
Echaba bastante de menos a aquel Jungkook que hacía las cosas sin pensar, al que le habría encantado follarse a Tae en un vestuario a puerta abierta. Pensó que igual no le vendría mal un poco de alcohol un sábado para liberarse un poco. Total, ¿que era lo peor que podría pasarle? Se cuestionó el pelinegro sin saber la noche que le esperaría en la fiesta.
Al día siguiente confirmó a sus amigos la asistencia a la fiesta, quien ya contaban con él aunque este no les hubiese dado el sí definitivo. Estaban emocionados y llenos de ganas por que Jungkook se relajase un poquito más con ellos y sobre todo con ganas por él, por que se diese un descanso de tanto retener esa fuerza que le llenaba por dentro.
Mientras tanto, Tae tenía una sola meta para aquel sábado: Jeon Jungkook.
Se le había encontrado un par de veces por los pasillos y en alguna clase pero, como no, este no se iba a dignar a dirigirle la mirada, y el peligris estaba ansioso de tener esos ojos negros clavados en los suyos.
Y no faltaba mucho para que ocurriese.
Tae también había quedado con sus dos amigos del alma, en pasarles a buscar con su nuevo Jaguar F-PACE para ir a la esperada fiesta.
- ¿Dónde te metiste ayer después de clases Tae?- Le preguntó el rubio.
- La clase de arte se alargó un poco.
- Si claro, la clase de arte, igual no fue solo eso lo que se alargó.- Rió Hobi mientras le daba un codazo.
La sonrisa de Tae lo delató.
- ¿Quién te tiene tan ocupado últimamente compañero? ¿Quién es tu próxima presa?- Siguió Hoseok.
- ¿Igual empieza por Jung y acaba por kook?- Dijo Jimin con su sonrisa ladina.
Tae le miró sorprendido.
- ¿Tan evidente soy?- Preguntó.
- Claro que no hermano, tu siempre fuiste sutil como un lince, pero yo te conozco como la palma de mi mano y también huelo el rastro de tus presas.- Aclaró el rubio.
- Eres consciente de que estas a la cola junto con otros 50 chicos y chicas del colegio por lo menos ¿no?- Le picó Hobi mientras una mirada de desagrado del peligris se clavaba en él.
- Ninguno son competencia para mí.- Dijo Tae.
- Claro claro, como van a ser competencia para tal dios griego.- Se carcajeó Hobi mientras exageraba sus movimientos y hacía una reverencia.
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BLACK FIRE • TAEKOOK
FanfictionJungkook ha pasado su vida entera mezclado con las sombras y la oscuridad de la sociedad, siempre atrayendo los problemas como si fuese un imán para el peligro. El chico en llamas que no temia a nada ni a nadie y al que todos respetaban, hasta que u...