Capítulo 42

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Tras un amanecer intenso y caliente bajaron a desayunar con la hermana de Jungkook, quien esperaba ansiosa para poder empezar a devorar su napolitana aunque hubiese decidido que esperaría a los chicos solo porque echaban las Winx en la tele.

Pasaron un día sin ir a clases juntos como una pequeña familia jugando, viendo la tele, disfrutando del buen día y de un paseo con Yeepe, de unas tortitas para merendar y de más actividades que les hicieron reír durante una jornada entera como hacía tiempo que no se reían.

Al día siguiente un nuevo y soleado día volvió a recibirlos de buen grado. Jungkook abrió los ojos y se encontró con la cara de Tae delante de la suya, igual de bonita y de perfecta que siempre. Un día más con él.

Inspiró mientras ese sentimiento al que aún no había puesto nombre le recorría de arriba a abajo mientras miraba a su chico. Su chico...

Le acarició la cara mientras el otro se movió perezosamente al notar su contacto. Jungkook sonrió y le peino hacia atrás, ante lo que Taehyung le respondió con una sonrisa aun con los párpados cerrados.

- Buenos días. - Dijo en sus labios suavemente.

- Buenos días Gukkie. - Contestó mientras abría los ojos.

Jungkook le besó dulcemente mientras se drogaba de su sabor y después se acurrucó de nuevo junto a él. Amaba aquella sensación. Sentía que estaba seguro mientras estuviese a su lado o envuelto entre sus brazos.

Taehyung miró la hora mientras sentía el cuerpo de Jungkook pegado al suyo y cómo la calidez en su corazón crecía más y más cada vez que iba conociendo a aquel pelinegro. Cada vez que iba sabiendo un poco más de él, cada vez que tocaba un poco más de su piel.

- Alguien va a tener que hacer el desayuno guapo. - Musitó cariñosamente en su oreja mientras lo abrazaba.

- Es Cierto. Qué raro que Hye no se haya despertado aún. - Pensó en voz alta.

Ambos se estiraron mientras remoloneaban a en la cama para después levantarse y bajar a preparar el desayuno.

Saludaron a Yepee quien estaba muy alegre de seguir teniendo al peligris en su casa y después comenzaron a llenar la isleta de la cocina de bollería, tostadas y galletas.

- Yo preparo su colacao. - Habló Jungkook.- Ve tú a despertarla anda.

- ¿Seguro?- Cuestionó con inseguridad en su mirada.

- Si, claro. Le gustará verte. - Confirmó seguro para después dejar un corto beso en su boca.

- Está bien.- Asintió nervioso mientras se frotaba las manos.

El peligris, poco convencido pero orgulloso de que Jungkook le encomendase ir a despertar a su hermana, se dio la vuelta para subir por las escaleras en busca de la niña.

Llegó y entró al cuarto encontrando un pequeño cuerpecito descansando en la cama mientras dormía abrazada a su perrito de peluche.

Se sentó en la cama al lado de la niña y la acarició la cabeza mientras pensaba en lo rápido que se le podía coger cariño a alguien. En cuán importante se había vuelto aquel ser en su vida.

- Peque... - Tae la meció suavemente para que se percatase de su presencia.

- Gordi... - Volvió a decir mientras le despejaba el rostro de pelo hacia atrás.

- Hola. - Respondió la niña suavemente mientras abría sus grandes ojos y le entregaba una sonrisa.

- Jungkook nos espera abajo. - Le informó mientras esta se movía en la cama de manera remolona.

BLACK FIRE • TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora