Capítulo 31

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Borró todo el maquillaje que tapaba todos los tatuajes de su piel (ya que era viernes y había ido a la escuela sin que se viesen) con los innumerables productos, y masajeó sus músculos con jabón para limpiar el sobrante.

Salió de la ducha con la toalla puesta en la cintura y el cuerpo mojado al igual que su pelo rebelde. Era realmente atractivo verle en ese estado. Se echó desodorante y se perfumó con su colonia preferida mientras puso música en su teléfono.

Cantó un rato mientras se movía por el baño y se colocó sus míticos pijamas de chándal grises

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Cantó un rato mientras se movía por el baño y se colocó sus míticos pijamas de chándal grises. De repente un carraspeo le hizo volver a la realidad. Taehyung estaba apoyado sobre su brazo derecho en el marco de la puerta del baño devorando con sus ojos aquella delicia llamada Jungkook.

-        Ey... - Dijo Jungkook bajando la voz de la música.- No me había dado cuenta de que estabas aquí perdón.- Finalizó mientras pasaba una mano por su pelo mojado.

-        No pasa nada... Subí porque ya me dio tiempo a dejarlo todo preparado, ahora queda que se cocine.- Paseó la lengua por sus labios inconscientemente mientras Jungkook dirigía la mirada a ellos. - Ya echaba de menos tus tatuajes...

Ambos se quedaron en silencio tanteándose milímetro a milímetro mientras aun Jungkook no se había colocado la camiseta. Tae disfrutaba de aquella visión como nadie. Ese era un cuerpo esculpido por los dioses. Aquella forma triangular de cintura estrecha y hombros y espalda anchos le volvía loco.

-        Bueno, ¿entonces me prestas algo para que me quite estos pantalones que te gustan tanto?- Preguntó socarrón el peligiris tratando de apartar sus pensamientos obscenos.- O a lo mejor te falta ropa.- Comentó refiriéndose a su torso desnudo sin poder evitar mirarlo.

Jungkook se sonrojó tímidamente. Él no solía reaccionar así a esa clase de comentarios y menos aún se avergonzaba, pero la mirada tan intensa de Tae le hacía sentir profundamente intimidado. Era una marioneta bajo el poder de su intensidad. Jungkook volvió a la realidad respondiendo una vez hubo salido del baño y hubo chocado (a posta) su cuerpo contra el hombro del peligris.

-        Creo que te gusto más así. - Comentó atrevido mientras sacaba un chándal (como no, negro) del último cajón de su cómoda.

Se levantó y se giró para entregarle la ropa cómoda a Tae y de repente se encontró con el cuerpo del mayor pegado al suyo y su cara a escasos centímetros. Aun no se había acostumbrado a que el mayor hiciese eso de continuo y su inmediata cercanía dejase de sorprenderle.

-        Me gustas de cualquier manera. - Respondió el otro mientras clavaba la mirada en sus labios y agarraba el chándal que le ofrecía el pelinegro.

Se giró para desvestirse y mostrar su hermosa y desnuda espalda a Jungkook mientras este se quedaba vacío, necesitando del aliento de Tae. El mayor sabía lo que acababa de provocar en el pelinegro: necesidad, necesidad de su lengua, necesidad de sus labios, necesidad de Kim Taehyung. Y era justo lo que quería. Sonrió mientras seguía cambiándose y su rostro estaba oculto al otro lado que no veía Jungkook.

BLACK FIRE • TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora