Al día siguiente amaneciron temprano para poder llevar a la niña a su colegio.
Hwan era dos años mayor que Jungkook y había dejado de estudiar el año anterior ya que decidió dedicarse a otras cosas (como aportar su granito de arena en el barrio) por lo que tenía la mañana más libre.
Después de insistir una millonada de veces, convenció a Jungkook para que le dejase llevarla al colegio y así él no tenía que perder clase, a lo que el pelinegro acabó por aceptar. No le quedaba otra, Hwan era más que insistente y así no tenía que marear a sus hyungs para que le andasen llevando y trayendo.
Cuando las dos chicas se hubieron marchado en la moto de la mayor, la cual conducía habitualmente con mayor responsabilidad que el pelinegro, Jungkook recogió sus cosas y salió por la puerta. Allí estaba su moto, aparcada dónde la había dejado el día anterior. No la había guardado ya que al venir con Hwan no metió la moto en el garaje.
Se le pasó por la cabeza como un rápido relámpago... Y si ... No, no, no era buena idea.
Pero... Pensaba el pelinegro, aunque sea al menos un día...
Tan solo llevarla un día no haría daño a nadie ¿no? Sonrió no tan inocentemente teniendo más que claras sus intenciones.
El chico entró de nuevo a casa y agarró su casco. Iba a hacerlo. Iba a coger la moto para ir al colegio. A la mierda lo de no llamar la atención. Estaba ya hasta los cojones.
¿Cómo iba a no volver a montar aquella preciosidad después de haber estado meses sin hacerlo? ¿Como iba a resistirse? Era la oportunidad perfecta, no sabía cuándo podría volver a llevarla al cole porque mientras tuviese que llevar a su hermana no sería una opción.
Arrancó su moto y aceleró sin ponerla en movimiento. El sonido ensordecedor del motor rabioso llenaba la calle y el humo salía por el motor de escape. Era uno de sus sonidos favoritos. Disfrutó de él mientras entraba en contacto con el frío aire de la mañana. Después dejó que la moto comenzase a moverse y salió camino a su instituto.
Llegó después de conducir tan solo quince minutos, contrastando con la media hora o más que tardaba en llegar normalmente en bus. El parking del garaje se llenó de aquel ruido tan llamativo, del sonido de Jungkook llegando al insti y pisando fuerte. El peligro y el fuego que inminentemente se acercaba.
Absolutamente todos los que estaban en la zona anterior a la entrada del colegio, dónde estaban los aparcamientos, se giraron para ver a aquel chico desconocido inundando de ruido el lugar. Todos sorprendidos por no haberle visto anteriormente.
El chico paró el vehículo y se bajó de él, para después quitarse el casco y peinarse el pelo hacia atrás, descubriendo su frente y dejando ver lo hermoso que era. Allí de pie se econtraba el Jungkook que disfrutaba con todas esas miradas, que necesitaba de esa adrenalina para vivir. Sonrió levemente recuperando la atención que tanto había extrañado. Había vuelto.
Sabía el efecto que causaba en la gente. Se colocó su mochila y se volvió a pasar la mano por el cabello mientras su ceja izquierda se elevaba. Ese era el Jungkook de siempre, el atrevido y peligroso Jeon Jungkook.
*
- Vaya, vaya, vaya...- Soltó Hobi desde el otro extremo del aparcamiento.- Parece que alguien es amante de la velocidad...- Dijo girándose para mirar a Taehyung mientras le mandaba una mirada sugerente.
- Ay dios mío...- Dijo Jimin quien aun no había visto a Jungkook en moto.- Vaya hombre.- Terminó quedándose embobado y con la boca abierta.
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BLACK FIRE • TAEKOOK
FanfictionJungkook ha pasado su vida entera mezclado con las sombras y la oscuridad de la sociedad, siempre atrayendo los problemas como si fuese un imán para el peligro. El chico en llamas que no temia a nada ni a nadie y al que todos respetaban, hasta que u...