BLACK FIRE • TAEKOOK

Capítulo 47

Cuando Baek volvió de la cocina Jungkook pregunto:

- ¿Cómo supiste que era yo?

Estaba confuso, pues se había cuidado de no dejar pistas que indicasen que era él. Ni siquiera firmó con su nombre.

-          Pues JK no me sirvió como una gran pista para ser francos. Como si no pudiese haber gente y gente que quisiese poner unas iniciales como aquellas en todo Corea. Pero yo también reconocí esa flor ¿sabes? Desde las primeras veces que vi aquel dibujo por las paradas de buses por toda la ciudad me persiguió querido Jeon. - Mordió un trozo del bizcocho. - Yo había visto aquel símbolo en algún lado.

- ¿Cómo?- Jungkook realmente no entendía como había reconocido algo así cuando solo lo había compartido con Yeong y Hwan. A parte de ellos dos, solo su padre era capaz de reconocerlo.

- ¿Recuerdas todas esas tardes que quedamos castigados cuando teníamos 10 años porque peleamos en el recreo?

-          Claro que lo recuerdo. - Jungkook rodó los ojos. - Estuvimos como un mes entero encerrados en aquellas malditas aulas.

-          Siempre acababas la tarea de castigo antes que yo, - Hablaba Baek con la boca llena. - y luego siempre te ponías a dibujar. Cogías una hoja y la llenabas del mismo dibujo una tras otra tras otra vez. - Sonrió con malicia. - Y luego la rompías en mil cachitos y la tirabas a la basura. Todos los días igual.

Jungkook suspiró profundamente. Tenía razón. Hubo una época de su vida durante los dos años siguientes a la muerte de su madre que cada vez que tenía tiempo sobrante comenzaba a pintar aquella flor continuamente. Su subconsciente no tenía otra forma de desahogarse por aquel entonces. Simplemente trataba de exteriorizarlo así. Una tras otra tras otra vez tratando de encontrar una solución que nunca llegaría.

-          Al principio no le di importancia pero luego comencé a pensar que igual encontraba el nombre de tu querida Hwan escrito una tras otra vez como cualquier enamorado. Para mi decepción, no estaba el nombre de nuestra morena por ninguna parte.

-          No es tu morena imbécil. - Cortó Jungkook mirándole con asco.

-          Eso no lo decías hace un par de años, - Guiñó al pelinegro. - Conseguí recomponer esos trozos y observar aquella flor dibujada como 60 veces en una cara. Un poco paranoico, ¿no crees mi pantera? No le di más importancia y dejé de recoger tus mierdas tras una semana en la que no encontraba nada con lo que divertirme cuando escapabas del castigo. Así que después de dos semanas observando aquella flor en el cuello de la mujer del dibujo, pude acordarme de que quien la dibujaba eras tú. Y que te ibas a llevar más de 7 millones de wons. Todo por un maldito dibujo. Te llevabas dinero, motos, a las chicas, el baile, hasta los tíos caían rendidos por ti, - Maldijo haciendo una señal con la cabeza a Tae, quien permanecía en silencio escuchando toda la historia. - me tenías hasta los santos cojones. Y encima tienes las narices de volver a aparecer por el barrio y golpear a mis chicos. - Rió de una manera cínica mientras bajaba el tono de voz.

-          No es mi culpa ser mejor que tú en todo. - Gruñó entre dientes Jungkook sin miedo alguno.

-          Eres un sinvergüenza de tres pares de narices Jeon. No sabes cuando callarte.

Baek se acerco para apretar su dedo contra la cicatriz de Jungkook a la vez que sus fosas nasales se abrían y sus ojos se dilataban mientras veía como el pelinegro sufría.

-          Agh... - Jungkook gimió.

-          Aprende a cerrar la boca gatito. - Ordenó despectivamente.