Capítulo 32

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La luz de la mañana entraba por la ventana logrando despertar al pelinegro. Jungkook abrió sus ojos lentamente hasta poder visualizar con claridad. De repente inspiró aquel aroma... Invictus... Taehyung. 

Sus ojos se abrieron mucho más de golpe para poder observar aquel cuerpo que descansaba delante de él. Envuelto entre sus brazos. 

No era un sueño.

Estaba allí. 

El peligris descansaba aún como un niño pequeño arropado entre los brazos del pelinegro. Jungkook sonrió mientras observaba aquel rostro angelical descansando en su cama, en su habitación, en su casa.

Miro el reloj; era mediodía. Le extrañaba que Hye no estuviese aún despierta. Se levantó de la cama tratando de no despertar al otro joven mientras escuchaba su profunda respiración. Cuando fue a abrir la puerta la voz grave del mayor le detuvo.

- Ey... ¿A dónde vas?- Preguntó el peligris con su voz ronca y con los ojos entre abiertos.

- Buenos días Kim Taehyung. - Sonrío Jungkook mientras su corazón se enternecía.

- Buenos días... - Respondió. - ¿Qué hora es? Vuelve a la camaaaa.- Le pidió haciendo pucheros con esa voz mañanera.

- Es tarde. - Rió Jungkook. - Tendré que preparar el desayuno ¿no crees?

- Gukieeee vamooosss... Ven un ratito más jo. - Suplicó como un niño pequeño mientras se estiraba en la cama con movimientos perezosos.

Jungkook se acercó a la cama solo para ceder un poco ante las demandas de aquel niño pequeño. Se sentó a su lado con calma mientras apreciaba lo bonito que se veía desde por la mañana. El peligris lo agarró del brazo y lo tumbó junto a él. Quedaron enfrentados el uno al otro sobre aquellas sábanas aun calientes.

- Porfis... Un ratito más. - Dijo mientras Jungkook estaba tumbado al lado suyo con su cara a dos centímetros de la del peligris

- Tengo que hacer el desayuno Tae... Además que Hye no tardará en levantarse... - Respondió con voz muy suave ante la tentación que le proponía.

- ¿Seguro? - Tae le susurraba al lado de su boca peligrosamente.

- Seguro. - sonrío el pelinegro muy a su pesar.

- Está bien, - Cedió el mayor. - esta vez te lo paso. Más te vale hacerme un desayuno rico eh.

Jungkook le sonrió y cuando quiso levantarse fue arrastrado contra el colchón de nuevo, por el mayor, quien le había vuelto a atrapar. Taehyung juntó sus bocas en un beso profundo y lento que demostraba algo más que pasión. Algo más allá que les estaba llenando a los dos y que hizo sonreír a Jungkook en medio del beso. Después se separó para decirle:

- Te espero en 15 minutos abajo Tae... - Susurró aún al lado de su boca. - Y ponte algo de ropa encima que no quiero que Hye te vea así.- Finalizó mientras se reía.

Jungkook se reincorporó y salió de la habitación sonriendo como si tuviese quince años y ese sentimiento arrollador le revolviese el estómago en forma de mariposas revoloteando en él. ¿Qué era lo que le estaba pasando? Se preguntaba el pequeño en su mente mientras bajaba las escaleras para entrar a la cocina.

Preparó el desayuno preferido de Hye, tostadas con aceite y azúcar y zumo de naranja. Y como no, su colacao habitual. Preparo café para Taehyung y para él y sacó algunos paquetes de galletas que aún quedaban en su alacena.

El mayor bajó por las escaleras con el rostro aún adormilado y una sonrisa en la cara.

- ¿Siempre te despiertas así de guapo?- Pregunto Jungkook centrado en sus cosas haciendo sonrojar a Tae, quien guardó silencio como respuesta y bajó la mirada avergonzado.

BLACK FIRE • TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora