Capítulo 13

850 94 10
                                    

La pelea se disolvió, y el trío calavera salió del comedor, mientras los otros tres amigos se iban a sentar a su mesa. 

La cara de Jin era un poema, tenía la ceja partida y la nariz sangrando además de múltiples magulladuras y golpes en el rostro.

- Cómo coños se te ocurre.- Le reprochó Nam mientras cogía un papel y lo mojaba en agua para limpiar la sangre de la cara del pelinegro.

- ¿Qué pensabas que iba a hacer?- Respondió el mayor de mala gana.- ¿Quedarme ahí mirando mientras le echaba toda la comida encima a Jungkook? Además estoy cansado ya de esta situación, llevamos así más de un año. Esto no es lo que yo le enseñé. ¿Quién se ha creído?

- Jungkook.- Dijo de nuevo el mayor levantándose.- ¿Dónde está Jungkook?

- Siéntate.- Le ordenó Yoongi agarrándolo del brazo y devolviéndolo a la silla de nuevo.- Se ha marchado después de quedarse un rato en plan shock, echaba humo.

- Hay que ir a buscarle.- Siguió tozudo Jin.

- Hay que ir a curarte esto lo primero, y luego vamos a buscarle.- Decidió por todos el peligrana.

- Tengo material de emergencias en el coche.- Dijo Yoongi levantándose para ir en busca de este.

- Nosotros te esperamos en la clase de química Yoons.

- Nos vemos ahora.- Se despidió el otro.


*

Mientras tanto en otro lado de la escuela, una discusión se acaloraba entre dos amigos.

- ¿Estás bobo?- Le gritó Jimin a Tae una vez llegaron a las pistas de baloncesto donde estaban solos.- ¿En qué cojones estabas pensando?

- En devolvérsela.- Le gritó Tae de vuelta.

- A quién, ¿a Jungkook o a Jin Hyung?

- ¡¡¡A los dos!!!

- ¿Qué te crees que haces Kim?- Jimin solo utilizaba ese nombre cuando estaban demasiado serios.- Es tu puto hyung, ¿acaso se te olvida?

- Ya no es nada para mí.-Respondió seco el otro.

- Estás muerto de celos,- Siguió Jimin soltando una risa mientras negaba con la cabeza.- eso es lo que te pasa joder.

Hoseok se encontraba curando las heridas mientras veía como sus dos amigos se peleaban como un matrimonio. Estaba totalmente de acuerdo con Jimin, pero no quería decir nada porque sabía que Tae iba a perder el control y ya estaba muy al límite, así que prefirió dejarlo en manos del rubio.

- Estás diciendo tonterías.

- Sabes que te molesta lo que te digo porque es verdad Kim, ¿no puedes admitir alguna vez en tu puta vida que te confundes?

Taehyung se quedó en silencio mientras agarraba nervioso sus manos. Sabía que no debía haber retado así a Jin, no a él, quien siempre trataba de mantenerse al margen. Sabía que le había atacado a su punto débil y lo había hecho conscientemente; y ese era Jungkook.

 Y sí, si que estaba celoso, porque ese lugar que ahora ocupaba el pequeño pelinegro siempre había sido suyo. Siempre había tenido a Jin para cuidarle y defenderle.

- ¿Tenías que provocarle así?- Siguió reprochándole el rubio a su amigo.- ¿No era más fácil que montásemos una escena solo con Jungkook y no con Namjoon, Jin y Yoongi también? ¿Y DELANTE DE TODO EL COLEGIO?

- Sabes que las cosas están delicadas...- Opinó Hobi por primera vez para luego volver a su tarea de curar a Tae, quien tenía el labio roto, la boca llena de sangre, y un moratón en la cuenca del ojo.- Además le pusiste en evidencia delante de todos... Jin siempre sabe como mantener el control e hiciste que lo perdiera...

- ¿Y qué mierdas tienes contra Jungkook? Llevamos siguiéndote el juego por una semana porque sabes que nos encanta que nos miren  y hacer el numerito, pero ¿esto igual es pasarse no?Llevamos torturándole durante cinco días seguidos, ¿qué pretendes?

- Yo que coños se... - Respondió enfadado Tae. - Yo qué coños se...- Dijo llevándose las manos a su pelo para despejar su frente porque su mente estaba empezando a colapsar.

- Casi le rompes la nariz a Jin hyung y tiene la ceja abierta.- Le habló Jimin

- Joder... Joder Jimin... QUE YA LO SE, YA LO SE, NO TENÍA QUE HABERME ENFRENTADO ASÍ A SU PERSONA ¿VALE? PERDÓN.

- Wow, ya está chicos, calmémonos. Al menos dos de nosotros hemos tenido hoy un poco de cabeza y no nos hemos pegado con el resto. Vamos a respirar hondo. - Dijo Hobi tumbando a Tae sobre la superficie de los campos de baloncesto.- Venga, ya está chavales, respiremos hondo va.


*

Jungkook había salido del comedor hecho una furia y se había ido a encerrar en los baños más cercanos. Se había limpiado, se había cambiado, y se había reprochado por haber dejado a sus tres amigos a cargo de SU problema, porque era SU problema y el de nadie más. 

Sabía que no tenía que llamar la atención pero también tenía otras reglas de oro que había que cumplir, como nunca abandonar a sus amigos, y se la había saltado. Se daba puto asco. ¿Quién era ese reflejo que tenía delante? Ni siquiera se reconocía. 

Miles de recuerdos empezaron a amontonarse en su mente. 

La situación le estaba trasladando a otro momento y lugar. Se miró al espejo del baño y gritó de la impotencia, gritó mucho y muy fuerte, y menos mal que no quedaba mucha gente en la escuela a la hora de comer que no estuviesen en el comedor. 

La escena de Jin abalanzándose sobre Tae se proyectó en su mente y paró de gritar, respiró hondo y metió un puñetazo al cristal en el que estaba reflejado, rompiéndolo en mil pedazos. 

Sangre le cubría la mano entera pero le daba igual, le dolía mucho más el orgullo que las heridas. Sin darle importancia, (ya que se había partido la mano incontables veces al dar puñetazos), se la vendó bien y se piró a la sala de baile, pues necesitaba hundirse en música y no estaba en condiciones de poder meterle un par de ostias a un saco de boxeo.

Caminó hasta la sala y abrió la puerta. Aquel olor característico inundó sus fosas nasales. Respiró hondo y fue hasta el equipo de música para reproducir su playlist de coreografías ya memorizadas. El sonido de las canciones comenzó y se dirigió al centro de la sala colocándose frente al espejo.

Empezó a sentir el ritmo en su interior, el bajo vibrando por a través de sus venas, los pies cosquilleándole con ganas de moverse. Comenzó a danzar, dejando sus problemas atrás de la única manera en la que sabía hacerlo sin hacer daño a nada ni nadie: bailando. Su cuerpo era una puta pluma, que se activaba con el sonido de la música y que volaba con ella, que volteaba y giraba pareciendo un ángel, y que provocaba más que el mismísimo demonio. 

Pasaron diez minutos y él seguía ahí después de bailar un par de coreos que habrían dejado a cualquiera tirado en el suelo del cansancio. Pero claro, Jungkook no era cualquiera, él seguía allí de pie, sudando por cada poro de su piel, con el cuerpo lleno de adrenalina y serotonina y los ojos muy fijos en cada uno de los detalles en el reflejo. Tan concentrado que ni siquiera habría podido percibir el ajetreo de un terremoto revolviendo la sala, o si un elefante pasaba por su lado. 

Para él en ese momento solo existía él mismo y su baile, lejos de problemas, lejos de emociones, lejos de Taehyung. 

Estaba tan absorto en su tarea que no se dio cuenta de como tres chicos entraban en la sala. Él siguió bailando por otros cinco minutos como si nada hubiese pasado hasta que paró de sonar la música y unos aplausos le devolvieron a la realidad. Jungkook se giró hacia la pared de la entrada asustado por el sonido, para encontrarse con la mirada de sus tres hyungs.

BLACK FIRE • TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora