Jungkook tuvo una pesadilla horrible antes de despertarse.
En ella veía como estaba encerrado en una sala oscura con muchas máquinas conectadas y sobre el que le deslumbraban. Parpadeaba repetidas veces para poder dar nitidez a su visión mientras empezaba a escuchar un pitido constante y notaba como le quemaba el antebrazo donde no estaba la cicatriz.
Veía como un tubo salía de su parte interna del codo conduciendo mucha sangre a una máquina muy alta de la que salía otro cable que llevaba a otro cuerpo. Su mano libre, estaba agarrada a la de otro cuerpo en aquella oscuridad en la que oía voces confusas y cueros con batas verdes y blancas moviéndose de un lado a otro mientras el permanecía desorientado y mareado.
Apretó aquella mano notando su calor y trasladándose a aquella noche en la que la pesadilla de su madre le despertaba en la casa de Jin, volviendo a encontrarse entre sus brazos mientras el limpiaba el sudor frío de su mente. Poco después echo un poco más atrás en el tiempo y observo como un ángel de piel de porcelana y cabello negro como el azabache le salvaba de una pelea en el pasillo.
Su ángel.
La cara de su amigo Jin se proyectó en su mente para que una lágrima cayese por su rostro sin saber aún que pasaba. Simplemente sentía que le necesitaba. Que estaban conectados. Volvió unos segundos más a la realidad en la que una luz iluminó el final de su propio cable que pasaba por aquella máquina que empujaba su sangre lejos de su cuerpo.
Aquella luz iluminaba el pálido rostro de Jin entre toda la oscuridad, entre todos los enfermeros, entre todo ese dolor y confusión. El rostro de la persona cuya mano estaba aferrando como si su vida dependiese de ello.
Allí estaba su ángel.
Allí estaba pidiéndole ayuda sin poder hablar.
Después de ver por última vez su rostro se sumió en un profundo sueño de nuevo.
Tae apretaba la mano de Jungkook mientras descansaba en aquel sofá al lado de su camilla.
Suspiro intranquilo por enésima vez mientras estaba solo con aquel cuerpo. El resto se habían marchado a la cafetería porque ya eran las 3 de la mañana y habían pasado cinco horas desde que había entrado a quirófano.
Las agujas del reloj seguían avanzando y nada allí cambiaba. Su mano seguía sudorosa sujetando la de Jungkook mientras sus ojos pasaban intranquilos del maldito reloj al rostro tranquilo del pelinegro una y otra vez. Esperando que algo allí variase, deseando que fuesen los ojos de Jungkook abriéndose.
Decidió levantarse para estirar un poco el cuerpo tan agarrotado que se le había quedado después de tanta tensión y tristeza acumulada, después de una paliza horrible y horas sentando en sillas de salones de espera rezando porque al día siguiente se levantase y las mismas personas siguiesen con él. Rezando porque aquello fuese tan solo una pesadilla.
Tras ello se sentó y agarró su teléfono. 3:03AM.
No sabía qué hacer, y como siempre que le pasaba aquello, entró en sus notas, esperando poder encontrar consuelo desahogándose mediante la escritura.
Subió sus ojos al cuerpo allí tumbado y sus ojos se humedecieron.
- Jungkookah.... Por favor despierta. Te necesito. No te marches tú. No me dejes solo.
Se tumbó en su regazo delicadamente hundiendo su rostro en el abdomen de aquel chico impregnándose en su olor. Una lágrima calló por su rostro.
- No te vayas ahora que te tengo a mi lado... Yo... No se que haría sin ti. Te has convertido en mi todo. Me vale con tu sonrisa para poder seguir viviendo. Necesito escucharte una vez más, abrazarte una vez más, verte bailar de nuevo y dormirme mientras me agarro cual koala. Solo quiero poder volver a perderme en tu risa por favor... No te vayas.
ESTÁS LEYENDO
BLACK FIRE • TAEKOOK
FanfictionJungkook ha pasado su vida entera mezclado con las sombras y la oscuridad de la sociedad, siempre atrayendo los problemas como si fuese un imán para el peligro. El chico en llamas que no temia a nada ni a nadie y al que todos respetaban, hasta que u...