Capítulo 26

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—Si me lo preguntas, ni yo tengo idea en que te has mentido —dice Stefan, abandonando su lugar para sentarse en el sofá frente a mí, sus ojos azules me miran con cierta curiosidad.

—Me cuesta creer que las cosas se han salido de control —me veo diciendo, una mueca aparece en su boca y suelta un pequeño suspiro.

—También a mí, aunque era de esperarse que algo como esto sucediera.

Enarco una ceja.

—¿Por qué?

Quiero entender mejor las cosas y a pesar de que Stefan no parece tener una respuesta certera, aun así, me da una.

—Escucha, cuando sales con un miembro de la realeza, es muy común que estas cosas sucedan en algún punto de su relación, los paparazzi siempre te encuentran, no hay una forma de escaparse de ellos.

—Te juro que lo que menos quería es que algo como esto sucediera —me paso una mano por el cabello apartándolo de mi rostro—. Mucho menos ocasionarle problemas a Theo.

Tengo la impresión de que esta situación puede ocasionarle problemas dentro del palacio.

—Tranquila, hasta donde sé, el rey no se ha enterado de esto, pero en cuanto lo haga, probablemente Theo se lleve un sermón de su parte.

—¿Será muy grave?

Estoy segura de que lo último que el rey quiere, es que su hijo se involucre en nuevos escándalos.

Suspira.

—Conozco a la familia real muy bien, el rey no es como otros reyes, no le irá a Theo con ese cuento de "es una plebeya y tu un príncipe, no pueden estar juntos" —dice haciendo comillas con los dedos—. En Alemania, no existe una ley que obligue a los príncipes a casarse con alguien de su mismo linaje, lo más seguro es que el rey le dé una pequeña reprimenda sobre el nuevo escándalo que se ha metido, pues le advirtió que no quería verlo en nuevos escándalos, no cuando pronto será coronado y su reputación no es muy buena que digamos.

Me quedo en silencio asimilando todo, saber que nuestra fotografía está circulando en las redes y televisiones, me deja algo ansiosa, más cuando mi mente imagina en que alguien va a descubrir quién soy y me comenzaran a acechar con preguntas y más rumores solo para arruinar a Theo.

—Dios, no puedo creer que esto sea verdad, por favor, dime que es un mal sueño, ¿quieres?

Stefan ríe.

—Lo lamento, pero te juro que no estás soñando, bienvenida al mundo de la realeza —dice esto, extendiendo los brazos como si fuera a abrazarme.

—Solo espero que el rey no sea muy duro con Theo.

—Descuida, por más que el rey se enfade con él, lo adora lo suficiente como para perdonarle todo —dice, tratando de relajarme, sus palabras suenan sinceras.

Escuchamos un par de golpes en la puerta principal y nos levantamos de un salto, yo me apresuro a ir a abrirla y Stefan viene detrás de mí, Theo aparece en ella con una expresión de angustia en su rostro.

—Hola —nos saluda a ambos, con una expresión seria. Me hago a un lado para dejarle entrar y él no duda en hacerlo, cierro la puerta con llave, él y Stefan ya están en mi sala.

Tomo asiento en el sofá en el que estaba minutos atrás, Theo se ha sentado al lado de su amigo y se encuentra mirándome fijamente mientras que Stefan nos mira a ambos, ansioso en que uno hable.

—Mi padre ya se ha enterado de la foto —asegura y Stefan y yo asentimos al unisón. Hay un breve silencio, no sé qué decir, aún asimilo la situación, sigo sintiendo que es una especie de sueño y nada de esto es real—. Por suerte, ha reaccionado mejor de lo que esperaba, solo me ha gritado un par de veces.

Un príncipe peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora