—De todas las personas que creí que podían lastimarme, jamás pensé en ti —espeta con sumo dolor en mi dirección, su comentario provoca una punzada de dolor en mi pecho, mis ojos se llenan de lágrimas y niego.
—No quise hacerlo —digo con voz rota. Ha sido Nathaniel quien se ha animado a besarme y yo no he hecho nada para detenerlo porque me ha tomado por sorpresa. Theo niega.
—¿No querías hacerlo? Porque a mí me parece todo lo contrario, si no quisieras hacerlo no...
—Theodore, por favor, Leigh está diciendo la verdad.
—¿Y quieres que te crea a ti? —le pregunta a su primo con odio—. No pueden negarme algo que he visto con mis propios ojos, se han besado, ambos.
—Si, pero te juro que...
—¡No me jures nada, Nathaniel! —Su voz se ha transformado, y su tono es duro, da un paso hacia nosotros—. ¡Eres la persona menos indicada para jurarme! ¡¿Ya se te olvidó todo lo que me hiciste?!
—No lo he olvidado y lo siento, sé que me deje llevar por Dorothea, pero con Leigh tiene una explicación, no ha sido ella quien me ha incitado, ha sido culpa mía.
Una risita seca y sarcástica sale de Theo.
—¿Quieres verme la cara de estúpido? ¿Ambos? —voltea en mi dirección, aún hay dolor en su mirada, pero también hay ira. Yo niego y camino hacia él, me hace una seña para que me detenga y lo hago—. Ni te me acerques que no conseguirás convencerme, lo he visto todo con mis propios ojos, ¿o me dirás que fue producto de mi imaginación? Creí que me querías.
Sus últimas palabras logran romperme a llorar.
—Te quiero —aseguro, y vuelve a negar.
—Si lo hicieras, no te besarías con ningún otro hombre, mucho menos con alguien como él.
—Por favor, déjame explicarte. Todo tiene una explicación.
—No hace falta, me ha quedado más que claro. —Me mira directo a los ojos—. Lo nuestro era demasiado perfecto para ser real, al final, terminaste resultando como todas. Me viste como un título que podría darte poder, ¿no?
—Eso no es cierto. Sabes muy bien que tu título no me interesa.
—Ah ¿no? Entonces que quieres que crea, ¿eh? ¿Que el besarte con Nathaniel nomás fue por error? —Quiero gritarle que sí—. ¿Quieres que confíe en ti como si nada de esto pasó? ¿Qué te ame y al final te vayas con otro príncipe que te resulte mejor que yo?
—Me conoces bien, no voy a hacer eso.
Ríe.
—No, Leigh, te conocí. O creí hacerlo, pero estaba equivocado. Fui un tonto.
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Un príncipe peculiar
RomanceLos caminos de Leigh y Theo se cruzan debido a un malentendido, tras lo cual, Theo se ve interesado en conocer más sobre la vida de Leigh, mientras intenta descubrir qué sucederá con su propia vida después de que se convierta en el rey de Alemania...