Memorias

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Esto es algo extraño. Normalmente no suelo recordar cosas de hace años, pero esta vez, por raro que sea, lo hice. Estaba sentado en una tarde radiante, frente a una fogata, descansando y tomando un poco de té, y se me vino a la mente. Lo recordé todo con gran precisión, que hasta me pareció haberlo vivido hace poco. Si mal no recuerdo, era un martes 7...

Era marzo, y las clases comenzaban nuevamente, y era lunes, lo cual, me hostigaba. Este año, iba a ir a una nueva escuela, lo cual me preocupaba de cierto modo. Decidí entonces hacer una lista de cosas para llevar, tomé el desayuno y me fui. Estando ya en el colegio, no sabía dónde ubicarme y todos se tropezaban conmigo (¿o yo me tropezaba con ellos?) y no sabía qué hacer. Entonces fue donde llamaron a todos los alumnos y nos nos dijeron que fuéramos al patio principal, el cual sí sabía dónde estaba. 

Todo fue muy rápido, y de un momento a otro, estaba sentado en el aula viendo como hablaban compañeros con otros, y decían que eran amigos de hace años. Sólo me les quedaba viendo y decidí esperar callado al profesor. Pasaron un par de minutos, hasta que por fin lo hizo. Se presentó y dijo que hiciéramos lo mismo. En ese momento, me percaté de un par de personas que había conocido antes, en vacacionales del mismo colegio; como a Carol y a Susan.

Pero había algo más, al llegar al sitio de una chica, me quedé perplejo. Su nombre, era tan, tan, ah!, no sé cómo describirlo. Era simplemente perfecto. Sarah. Me grabé ese nombre de inmediato y me quedé viéndola un buen tiempo. Pasaron las clases normales y nos entregaron los horarios respectivos. En eso vi algo que odiaba un poco: Ed. Física. En sí, el curso no me gustaba tanto (porque me daba cuenta de mi debilidad física) y lo peor era que me tocaba a primera hora del día siguiente.

En la hora de receso, me acerco a un chico, el cual me cayó muy bien. Se llamaba Anthony. Me cayó bien desde un principio, nos entendíamos perfectamente y era genial hablar con él (Eso sí, se le notaba algo reservado y cosas que no entendía). Así que decidimos cambiar de asiento y sentarnos cerca. Ese día la pasé de lo mejor hablando en clase (como era el primer día, nos dejaban hacer cierto tipo de escándalo) y me contó donde vivía y era cerca de mi casa, así que en la salida, decidimos coger el carro juntos.

Llegué a casa y me estaba esperando mi mamá. Me preguntó que cómo me había ido, almorcé y me fui a mi habitación. Toda la tarde me la pasé pensando en lo de la escuela, más precisamente en aquella chica...

Era un Martes 7...Where stories live. Discover now