Estaba por acabar marzo, y ya no podía soportarlo más.
Caminábamos llegando casi al paradero.
En eso la detengo, la miro fijamente y le digo:
-Mira, seré directo, iré directo al grano. Ok. ¿Quieres ser mi novia?
-...
No obtuve respuesta al instante. Ella sólo sonrió y respondió:
-Mañana te digo la respuesta. Adiós.
Hacía un par de días, ella estaba enviándome una serie de cartas las cuales narraban cosas que ella no podía decirme en persona por la falta del tiempo. Era algo anticuado para los tiempos modernos, pero así nos gustaba a nosotros. Siempre fue así desde que la conocí y le di mi primera carta. Nos habíamos vuelto muy, muy apegados.
A la mañana siguiente, 28 de marzo creo, ella me dio la respuesta también en una carta.
-¡Sí!
Nuevamente, aceptó estar conmigo.
Sé que parece una relación tóxica, pero... para todo lo que habíamos vivido, era más o menos "comprensible".
El mes acababa y todo marchaba bien. Pensé que sería espectacular volver a lo de antes...
Antes...
Antes...
-¡La boda!
-¿Cuál boda?
-¡El moño!
-¿De qué hablas?
-¡Era de ella! ¡Me lo dio hace años!
-No entiendo nada.
-Espera lo busco.
...
-¡Aquí está!
-Así que a esto te referías... Está algo maltratado, ¿no crees?
-Bueno, sí; pero ese no es el tema. Acabo de recordarla por completo. Pero siento que falta algo...
-¿Algo como qué?
-No lo sé. Pero sé que seguiré recordando. Necesito ver a alguien.
-¿Un psicólogo?
-No. A Steve.

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Era un Martes 7...
RomanceHace mucho tiempo que no recuerdo esto, hasta creo que olvidé el día. Pero había algo en esa historia que me dejaba un poco confuso, algo que me hacía rememorar lo que pasó una y otra vez...