-Fin del juego.
Todo estaba en silencio.
Una sonrisa pícara dio fin a todo.
-Ahora, cumplan con lo acordado. Es lo justo por ganar.
-Ok.
Salimos de allí inmediatamente.
De regreso a casa me puse a pensar en todo lo que había pasado esa noche.
-¿Crees que hicimos bien?
-Claro, no había otra manera.
-Sí.
-Al fin y al cabo... Ganamos.
-Jajajshajsa.
-Jajshajhas
Efectivamente, ganamos esa apuesta y no solo eso, su dinero también; lo repartimos entre los dos.
Esa noche, dormí con más de 30 fajos de billetes en mi bolsillo.
Se lo comenté a Anthony al día siguiente.
-Qué suerte.
-Sí.
-...
-...
-¿Apostamos?
-Ya rugiste tigre.
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Era un Martes 7...
RomanceHace mucho tiempo que no recuerdo esto, hasta creo que olvidé el día. Pero había algo en esa historia que me dejaba un poco confuso, algo que me hacía rememorar lo que pasó una y otra vez...
