Era un Martes 7...

Parte

En serio, esto de la mala suerte creo que vino en el paquete de nacimiento. Algo así como en oferta. Bueno, nada podría ser peor.

Era viernes, disfrutaba de las últimas horas, y todo parecía ir bien. Al principio del día, le comenté a una compañera que temía que algo malo sucediera. Tenía un mal presentimiento. Creo que había comentado ya esta "habilidad" sobre presentir momentos antes alguna tragedia. Claro, podría evitarla, o al menos apartarme un poco para no resultar herido, pero la cuestión era que solo podía presentir cosas malas que me afectaran a mi directa o indirectamente. No importa lo que fuese, siempre acababa mal.

Bueno, resulta que iba todo genial, y me puse a pensar en una serie de cosas, me perdí por completo y de alguna u otra forma comencé a ordenar mis cosas. Justo cuando decido revisar mi folder, se cae un dibujo con un par de diseños de Spider-man sobre mi carpeta. Terminé de ordenar mis cosas, y me percaté de aquel dibujo que se había caído. No l tomé demasiada importancia y lo volteé instintivamente. No pasaron ni dos segundos, cuando oigo una voz que me habla desde arriba: "Deme el dibujo".

Me asusté y de la nada, me lo arranchó. El profesor creía que había estado dibujando en clase y no le estaba prestando atención. Se puso a hablar en voz alta, muy alta:

"Tal parece que hay alumnos que no comprenden, que solo vienen a causar desorden, a burlarse de los docentes, tomar en juego su labor. Aquellos alumnos no valen la pena. Simplemente no llegarán a nada. Siempre será así. Nunca cambiará. Esas personas no nos sirven, son solo un estorbo..."

Quería responder sus claras acusaciones sobre mí, pero decidí callarme. Solo siguió hablando una y otra y otra vez.

Solo observé como tomaba su bolígrafo, y, con una clara cara de satisfacción, rellenó una hoja. Era un parte. Algo que, podría expulsarme del colegio por siempre. Me lo hizo llegar y solo dijo: "Espero que ya sepan qué les pasa a los que no me prestan atención".

Sentía impotencia, sobre todo porque no paraba de hablar, solo que esta vez, se dirigía completamente a mí: "Llevas tiempo sin prestar atención, me interrumpes en la clase, generas bullicio, intentas llamar la atención y distraer a tus compañeros, tienes malas calificaciones, etc"

Todo lo que dijo... 

Al parecer, llevaba semanas esperando a que algo así sucediera. Tal parece que no le caía bien. Si le interrumpia la clase, era para informar que él estaba en un error, pero era de esas personas que se creen perfectas. Siempre estaba atento y tenía el respaldo de mis compañeros. Eso no importaba tanto, lo que se venía era mi posible expulsión definitiva. Al momento de leer lo que él había escrito al momento de rellenar las acusaciones sobre mí para colocarme el parte, solo puso "Falta de respeto al docente". Sin embargo, encima de eso, estaba una incidencia, la cual era por causar desorden en clase (por lo cual en todo momento dijo que yo estaba haciendo) pero no la puso. Era como si quisiese simplemente no volver a verme. 

Pero no se lo dejaría tan fácil...

Mi tutor, nos había informado con anticipación que si teníamos algún inconveniente con cualquier docente (incluyendo los partes), le informáramos y que se lo dejemos en sus manos. Obviamente, le dije sobre el tema y me dio su palabra de hacer lo posible.

A la semana, me informó que no pudo hacer nada. Que ese parte afectaría mi libreta, y que, si apenas hacía algo fuera de las reglas, nunca más volvería a pisar el colegio. Todos le creían al profesor, dando su versión.

Yo... ya no quería creer en nada.

Hablaba con Ellie, con Susan, Anthony, Steve, Carol... No obtenía ningún tipo de solución.

Ya nada tenía solución.

O eso creía.

Creer. Una palabra que ahora se me hacía demasiado peculiar. Solo debía creer. Dudaba de todo.

-¿En serio?

-Dije que haría un esfuerzo por recordar.

-...

-No se me queden viendo así.

-A ver, quiero saber la RAZÓN por la cual nos tienes reunidos. TÚ tienes sueños extraños, en los cuales recuerdas a algu...

-SARAH.

-Sí, Sarah... Bueno, entonces, recuerdas a "Sarah" en esos sueños, pero crees que puedes volver a reencontrarte con ella a través de NUESTRA ayuda, siendo el caso de que ya NADIE se acuerda de ella, pero sin embargo tú quieres volverla a ver porque recordaste una dizque "promesa".

-Exacto.

-Estás demente. Vámonos.

-Nononono, esperen... Porfa... Ustedes lo son todo para mí... Porfa...

-¡Es que suena demasiado ridículo!

-¡Lo sé!

-¡¿Entonces por qué lo haces?!

-¡No lo sé!

-...

-...

-No tienes solución. Quizás ella ya es feliz. No debes preocuparte. No es que una promesa de hace años que ni siquiera recuerdas a la perfección valga tanto.

-Por un momento creí que sí. Disculpen por hacerles perder su tiempo.

-...

-...

-Un consejo: YA SUPÉRALO.